Netflix toma el control de Warner Bros Discovery en una compra histórica condicionada por un pulso regulatorio y político

La operación coloca en manos de Netflix un catálogo que incluye Game of Thrones, Harry Potter y los superhéroes de DC, además de HBO Max y sus cerca de 130 millones de abonados. El movimiento supone un giro estratégico para la compañía: abandona su papel de actor exclusivamente digital y asume el de conglomerado tradicional con estudios, franquicias y estrenos en salas.

El acuerdo deja fuera los canales de cable, entre ellos CNN y Food Network, que pasarán a formar parte de una nueva empresa cotizada denominada Discovery Global. Esa escisión es condición necesaria para cerrar la compra, prevista para el tercer trimestre de 2026.

La operación entra ahora en un terreno decisivo: el examen de los reguladores de Estados Unidos y Europa. El resultado dependerá en parte de cómo se delimite el mercado. Si se analiza solo el 'streaming' por suscripción, el riesgo de concentración será mayor. Si se toma como referencia el consumo global de vídeo, que incluye plataformas como YouTube y redes sociales, el impacto se diluye. En Washington, la Administración Trump tendrá la última palabra.

Paramount sostiene que Warner Bros. Discovery ha favorecido a Netflix durante el proceso y estudia presionar al Gobierno para frenar la operación por motivos de competencia. Su oferta llegó a los 30 dólares por acción, según CNBC, pero no incluía garantías equiparables a las de Netflix. A la vez, cineastas y sindicatos advierten que la integración puede reducir la diversidad de producción en Hollywood y concentrar aún más el poder de negociación frente al talento.

Netflix ha ofrecido una cláusula de ruptura de 5.800 millones de dólares. Warner pagaría 2.800 millones si el acuerdo fracasa. La compañía calcula entre 2.000 y 3.000 millones en ahorros anuales a partir del tercer año y defiende que la unión con HBO Max permitirá paquetes más competitivos para los usuarios.

El mercado reaccionó con movimientos contenidos: Warner Bros. Discovery avanzó un 3,2%, Netflix cayó 0,2% y Paramount retrocedió 6,1%. Netflix asegura que mantendrá los estrenos en salas y que reforzará la producción en Estados Unidos. También suma activos relevantes en videojuegos, como Hogwarts Legacy, que supera los 1.000 millones de dólares en ingresos.

El anuncio llega en un momento en que Netflix afronta dudas sobre su ritmo de crecimiento tras dejar de publicar cifras de suscriptores y virar hacia modelos apoyados en publicidad y videojuegos. La compra garantiza una base estable de propiedad intelectual en un entorno saturado y de consumo volátil.

Además del componente político en Washington, Bruselas vigilará de cerca los efectos de la operación. La Comisión Europea examinará si la integración puede limitar la competencia en la adquisición de contenidos y en la distribución de licencias audiovisuales dentro del mercado comunitario, especialmente en un ecosistema donde la UE exige cuotas de producción local y protección a los estudios independientes.

En Estados Unidos, el Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio trabajan con precedentes recientes en los que operaciones de telecomunicaciones y medios quedaron bloqueadas para preservar la pluralidad del sector. La Administración Trump ha insistido en que revisará con más rigor las adquisiciones de grandes actores tecnológicos, lo que prolonga la incertidumbre en los plazos. La definición del mercado relevante será determinante para cualquier decisión.

La compra también altera el equilibrio interno de Hollywood. Guionistas, directores y actores analizan cómo afectará la integración a futuras negociaciones colectivas, a las ventanas de distribución y a la contratación de proyectos. La huelga del sector en 2023 sigue marcada como referencia de lo que puede ocurrir cuando se concentran demasiadas decisiones en pocos grupos.

Los grandes estudios y plataformas rivales estudian ya cómo responder. Amazon y Apple, que han ampliado su producción audiovisual, observan una operación que concede a Netflix un volumen de catálogo y capacidad de distribución inéditos. En Wall Street, los analistas coinciden en que la operación obligará a otros actores a buscar alianzas o desinversiones para ganar escala en un mercado donde la propiedad intelectual y el acceso global a los espectadores se han convertido en los principales factores competitivos.