Diez años sin «La Doña»

Icono de la época dorada del cine mexicano, con una mirada más propia de una diosa, María Félix entró en el mundo del cine por casualidad y haciendo alarde de su tempestuoso carácter . Cuentan que el ingeniero Fernando Palacios, su descubridor, le preguntó si quería ser actriz de cine. Y ella, volcánica y decidida a la par, respondió sin dudarlo: «¿Quién le dijo que yo quiero entrar en el cine? Si me da la gana, lo haré; pero cuando yo quiera, y será por la puerta grande». Fue un comienzo de leyenda para una carrera fulgurante.

María Félix, auténtico patrimonio de México, rodó un total de 47 películas, todas con artistas de gran fama como Pedro Armendáriz, Rossano Brazzi, George Marchall, Yves Montand, Gerard Philipe, Vittorio Gassman, Curt Jurgens, Fernando Rey, Jack Palace, Fernando Fernán Gómez, Jorge Mistral, Arturo de Córdova, Jorge Negrete, Carlos Thompson, Ignacio López Tarso o Emilio Fernández.

México siempre la recordará como aquella actriz que encarnó a mujeres fatales , que en muchas oportunidades aprovechaban sus atributos físicos para subyugar a los hombres, manipularlos, despreciarlos y ponerlos a sus pies..

Se casó en cuatro ocasiones, con Enrique Alvarez, Agustín Lara, Jorge Negrete y Alex Berger. También mantuvo durante 16 años una relación sentimental con el pintor francés Antoine Tzapoff.

La televisión de México le rindió sentido homenaje con la emisión de la película «Doña Bárbara» y el programa «María Félix, la inalcanzable Doña». Desde su interpretación en «Doña Bárbara» (1943), basada en el homónimo texto del venezolano Rómulo Gallegos, fue llamada «La Doña», apodo con el que también se hizo célebre en Europa, donde filmó varias películas, principalmente en España, Francia e Italia.

El poeta y Nobel de Literatura mexicano Octavio Paz aseguró en una ocasión que María Félix había nacido dos veces: «Sus padres la engendraron y ella, después, se inventó a sí misma». Genio y figura.