Leo manda, Cruise «se hunde»

Pero hete aquí que, sin duda por mor de los dioses del Olimpo, hay veces en que hay justicia en los cielos de Los Ángeles y en alguna ocasión se aúnan talento y dólar para poner a cada uno en su lugar.

Es el caso de Leonardo DiCaprio , que iba para chico mono de mírame y no me toques, pero se reconstruyó a sí mismo para acabar haciéndose un pedazo de actor de mírame y tócame mucho. Además de salir con Gisele Bündchen, Sienna Miller, Bar Rafael y y ahora Blake Lively, conquistas que no están a la altura de cualquier mortal, Leo ha ido macerando una talla de actor realmente importante. Scorsese, que tiene ojo de lince , le captó para la causa y, de ahí a elevarle a vaca sagrada de Hollywood («Infiltrados»), fue todo uno. De un tipo que se atreve a plantarle cara, poca es cierto, a Daniel Day Lewis («Gangs of New York») se puede esperar todo.

Su intervención en la fantasiosa y novedosa «Origen» (1.200 millones recaudados, junto a «Shutter Island») acabó por subir su caché a 77 millones de dólares , el que más cobra, arrebatando el primer puesto a otro prodigio del cine: Johnny Depp , que parece que nunca está, pero siempre está. Antes, durante y después de Jack Sparrow, Depp siempre aparece. Siendo uno de los mejores actores de su generación, es capaz de aunar calidad y taquilla en uno solo, le basta un ademán de nenaza, una caída de ojos pintados o esa mirada de complicidad que conquista a la butaca y ya está: 50 millones de dólares por trabajo .

En la lista se han colado dos listillos, uno de ellos, Adam Sandler , muy arriba: el tercero. Con su continuo ademán de «qué pasa colega», se sopla el tío 40 kilos por actuación . No sabe lo que es el drama, la acción o el suspense, pero ni falta que le hace. Lo que hace lo hace bien y ahí se mantiene . No hay más que ver los 214 millones que consiguió con «Sígueme el rollo» que es, eso, un rollo. Lo mismo que Ben Stiller , que vive de la comedia románticona boba —plan americano ñoño que no hay quien lo aguante— y vive tan bien como su alma gemela Jennifer Aniston, que se dedica a lo mismo. Stiller está en los 34 , en posiciones intermedias.

Por delante de él encontramos a Will Smith , que también está siempre arriba a pesar de que ahora se dedique más a la carrera de su hijo Jaden, que —no les quepa duda— les va a sacar de ricos para convertirles en riquísimos. Algo alicaído anda por esa zona Tom Hanks , que desde que se metió en los líos pontificios del Vaticano no levanta cabeza. Tampoco le ha sacado del hoyo «Larry Crowne», que ganó menos de 100 millones de dólares en taquilla. Una miseria...

Hay que llegar al séptimo y al octavo puesto para encontrar dos actores de culto, uno que ya llegó hace tiempo y otro que está llegando a zancadas enormes. El primero es Robert Downey Jr , al que «Iron Man» ha sacado de las penurias de las drogas, alcohol y demás zarandajas en las que andaba metido el gran Bobby. Cerca de sus 31 millones de dólares por filme se encuentra Mark Wahlberg (28), que es el diamante oculto. Los analistas le veían venir y ya avisaban de su enorme talento. Le ha costado porque trabaja mucho, a veces demasiado, y eso le lleva a cometer errores de elección, pero es muy bueno. Se comió a todos (incluido a Di Caprio) en «Infiltrados» y destrozó al sobrevalorado Christian Bale en «The fighter» . Vale, el otro se llevó el Oscar, pero las reverencias del cinéfilo se las llevó Mark, que cada trozo de metraje que hace le agiganta. E l rey destronado es Tom Cruise , pero esa es otra historia...