El Papa reaparece hoy en San Pedro
Últimos días con Benedicto XVI
Tras la conmoción, reflexión y esperanza. Sacudida por el anuncio de Benedicto XVI y su decisión de abandonar la silla de Pedro para retirarse a rezar en un monasterio, la Iglesia recupera el pulso y se prepara para afrontar un nuevo cónclave que ya ha hecho del colegio cardenalicio el objeto de las más aventuradas y arbitrarias especulaciones. En silencio desde que hizo pública su renuncia, el Santo Padre reaparece hoy en una audiencia general a la que seguirá la liturgia correspondiente al miércoles de Ceniza, jornada que abre una Cuaresma que Benedicto XVI concluirá en su retiro y tras despedirse de los fieles el próximo día 27. El portavoz de la Santa Sede reconoció ayer que aún se desconoce cómo será llamado Joseph Ratzinger a partir del viernes 1 de marzo, ni cómo vestirá tras perder la dignidad papal y dejar de ser un simple cardenal, ni qué sucederá, entre otros atributos, con su anillo pontificio, que podría sería destruido. Pese a tantas dudas, Federico Lombardi adelantó que Ratzinger, entregado al estudio y la plegaria, no participará en el cónclave del que saldrá su sucesor.
Tras la conmoción, reflexión y esperanza. Sacudida por el anuncio de Benedicto XVI y su decisión de abandonar la silla de Pedro para retirarse a rezar en un monasterio, la Iglesia recupera el pulso y se prepara para afrontar un nuevo cónclave que ya ha hecho del colegio cardenalicio el objeto de las más aventuradas y arbitrarias especulaciones. En silencio desde que hizo pública su renuncia, el Santo Padre reaparece hoy en una audiencia general a la que seguirá la liturgia correspondiente al miércoles de Ceniza, jornada que abre una Cuaresma que Benedicto XVI concluirá en su retiro y tras despedirse de los fieles el próximo día 27. El portavoz de la Santa Sede reconoció ayer que aún se desconoce cómo será llamado Joseph Ratzinger a partir del viernes 1 de marzo, ni cómo vestirá tras perder la dignidad papal y dejar de ser un simple cardenal, ni qué sucederá, entre otros atributos, con su anillo pontificio, que podría sería destruido. Pese a tantas dudas, Federico Lombardi adelantó que Ratzinger, entregado al estudio y la plegaria, no participará en el cónclave del que saldrá su sucesor.
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