Duran se arruga
El claudicante
En mi afán por investigar las razones que han convertido a Chile en el destino preferido de Josep Antoni Duran i Lleida (de un tiempo a esta parte cada vez que es noticia hay que buscarle en la cordillera de los Andes), descubrí por casualidad ... los motivos de tan insólita atracción: la magnetita, mineral que actúa como un imán natural y que de forma masiva se concentra en el yacimiento de El Laco. Abducido por la fuerza de la magnetita, Duran desgrana el verso de Neruda: Oh Chile, largo pétalo de mar y vino y nieve… En pleno éxtasis andino, Duran se crece y alienta el rebelde amago de los suyos contra Artur Mas, supuesto líder de esa Cataluña independiente que cuece sus delirios al baño María. Y luego, nada: vuelta a Neruda y a los «Versos del Capitán»: Y nos quedamos solos y cobardes ante la vida que negamos…, recita mientras agacha la cabeza y se disculpa por ese tuit en el que la portavoz de su partido recomendaba a Artur Mas que se preocupara «por el embargo de su sede». Duran pliega velas y le dedica al jefe otra canción nerudiana: Eres la luz distante que ilumina las frutas… Duran claudica y aplaude la consagración de lo imposible, esa votación en el Parlamento catalán que, desde Chile, y a vueltas con Neruda, ensalza: Feliz año nuevo para mi patria en tinieblas. Vamos juntos, está el mundo coronado de trigo, el alto cielo corre deslizando y rompiendo sus altas piedras puras contra la noche… A Josep Antoni Duran i Lleida, avalista de la independencia catalana y portavoz de la Comisión de Exteriores del Parlamento de España, quisiera dedicarle uno de los más amargos versos de Neruda, parte del poema «Explico algunas cosas», que es un áspero y hermoso alegato contra la traición. Dice así: Mirad mi casa muerta, mirad España rota: pero de cada casa muerta sale metal ardiendo en vez de flores, pero de cada hueco de España sale España…. No lo olvide nunca, señoría.
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