González-Echenique: «Ha llegado el momento de dar el relevo»

En una carta dirigida a los trabajadores de la Corporación, el hasta ahora presidente ha justificado su renuncia aduciendo «motivos estrictamente personales, porque estoy convencido de que es lo mejor para la Casa». Después de dos años al frente, «ha llegado el momento de dar el relevo», explica. Echenique también ha tenido palabras de agradecimiento para los empleados de la cadena pública. «He podido comprobar la importancia y vivir el día a día de los canales de comunicación más longevos, independientes, sólidos e importantes de España; también del extranjero», subraya.

La decisión de Echenique, presentada hoy al Consejo de RTVE, será efectiva con carácter inmediato, por lo que será José Manuel Peñalosa, consejero a propuesta del PP, quien tomará la presidencia en funciones.

Después de varios recortes sucesivos, ni siquiera los últimos planes de austeridad le han servido para convencer al Gobierno de la necesidad de recibir nuevas inyecciones económicas. Su mala relación con algunos miembros del Ejecutivo y la falta de perspectivas del modelo económico actual lo han hecho sentirse acorralado.

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En una cadena sin publicidad, con subvenciones cada vez menores y con una plantilla blindada durante dos años, Echenique no ha encontrado la manera de cuadrar las cuentas. El consejo de administración que lo ha recibido le era hostil: sus principales enemigos, curiosamente, se cuentan entre algunos de los consejeros nombrados a propuesta del PP, que tiene mayoría absoluta.

González-Echenique fue nombrado presidente de RTVE el 28 de junio de 2012. Dos años después, abandona el cargo para volver a la empresa privada. El martes tuvo su última comparecencia pública en el Congreso de los Diputados, donde defendió la integración de Teledeporte con La 2 , una medida que serviría para ahorrar entre 10 y 11 millones de euros al año. Fue su último esfuerzo para rascar de donde no había.

El presidente de RTVE volvió a lamentar en la comisión de control del Congreso la insuficiencia de ingresos de la corporación, «debilitada por los recortes del Gobierno» y por el modelo imperante. Fue su última llamada de auxilio. Ante la falta de respuesta del Gobierno, ha decidido tirar la toalla.