Tatúa sobre su perra que ama a su mujer

Desde el momento en que Avgerakis subió a Instagram la imagen donde se observaba el reciente tatuaje de la pit-bull, advirtiendo lo «molona» que ésta parecía y que el veterinario le había había dado permiso para realizarlo, le mpezaron a llover las críticas de gran cantidad de defensores de los animales.

Hasta tal punto ha sido el «acoso», según Avgerakis, que se ha visto obligado a dejar su trabajo en un salón de tatuaje del neoyorquino barrio de Brooklyn. El dueño del centro ha manifestado al diario New York Post que su exempleado «no es un abusón, sino un tipo impulsivo que quiere mucho a su perro; sino no se hubiera gastado miles de dólares en mantenerlo con vida; no le habría operado de su tumor en el bazo».