ESTUDIO SOBRE 37 ESPECIES
La pérdida de grandes carnívoros plantea un problema de conservación mundial
Con algunas excepciones, éstos ya han sido exterminados en gran parte de los países desarrollados de Europa Occidental y el este de Estados Unidos
La pérdida de grandes carnívoros plantea un problema de conservación mundial
En los ecosistemas de todo el mundo, el declive de los grandes depredadores como leones, dingos, lobos, nutrias y osos está modificando los paisajes desde los trópicos hasta el Ártico .
Un análisis de 31 especies de carnívoros ... publicado en la revista Science muestra, por primera vez, cómo la pérdida del hábitat , la persecución llevada a cabo por los seres humanos y la escasez de presas se combinan para alertar sobre la existencia de un problema global: el declive carnívoro.
Más del 75% de esas 31 especies de grandes carnívoros están disminuyendo. Y 17 taxones ahora ocupan menos de la mitad de sus antiguos rangos , según los autores.
El sudeste de Asia, el sur y el este de África y el Amazonas son algunas áreas en las que varias especies de grandes carnívoros están desapareciendo. Y, con algunas excepciones, los grandes carnívoros ya han sido exterminados en gran parte de los países desarrollados de Europa Occidental y el este de Estados Unidos .
«A nivel mundial, muchos de ellos están en peligro de extinción local o global y están extinguiéndose al tiempo que los seres humanos están aprendiendo acerca de sus importantes beneficios ecológicos », alerta William Ripple, autor principal del artículo y profesor en el Departamento de Ecosistemas Forestales de la Universidad Estatal de Oregón (UO) .
Ripple y colegas de Estados Unidos, Australia, Italia y Suecia reclaman un programa internacional para la conservación de los grandes depredadores. En concreto, sugieren que tal esfuerzo se inspire en la Iniciativa de Grandes Carnívoros para Europa , un grupo científico sin ánimo de lucro afiliado a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza .
Efectos ecológicos generalizados
Los investigadores han señalado como prioritarias a siete especies: leones africanos, leopardos, linces eurasiáticos, pumas, lobos grises, nutrias de mar y dingos .
Ripple y su colega de la UO Robert Beschta han documentado el impacto de pumas y lobos en la regeneración de las masas forestales y la vegetación ribereña en el Parque Nacional de Yellowstone (Wyoming) y otros espacios protegidos de América del Norte. Los expertos han comprobado cómo la presencia de menos depredadores conduce a un aumento en el avistamiento de animales como ciervos y alces , al desplazamiento de aves y pequeños mamíferos , así como a «una cascada generalizada de impactos en otras partes del ecosistema».
En algunas partes de África la disminución de los leones y leopardos ha coincidido con el crecimiento «dramático» de las poblaciones de los babuinos oliva , que amenazan los cultivos agrícolas y el ganado .
En las aguas de Alaska suroriental, por su parte, la disminución de las nutrias de mar (presa de la ballena asesina) ha provocado un aumento de los erizos de mar y la pérdida de praderas de algas .
«Cuando los grandes carnívoros han sido restaurados, como los lobos en Yellowstone o el lince eurasiático en Finlandia, los ecosistemas han respondido de forma rápida», subraya Ripple, quien argumenta que la naturaleza está altamente interconectada .
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