INFORME DE GREENPEACE
La mortandad invernal de abejas sube del 5 al 35 por ciento
Debido a los plaguicidas de nueva generación, que penetran y envenenan las plantas, denuncian los apicultores
La mortandad invernal de abejas sube del 5 al 35 por ciento
Una tercera parte de nuestros alimentos dependen de la polinización de los insectos, principalmente de las abejas, destaca Greenpeace en su informe «El declive de las abejas», publicado ayer. El valor de las abejas para la agricultura europea, estiman desde la organización, supone unos ... 22 mil millones de euros anuales. Y de unos 265 mil millones de euros a nivel mundial.
España cuenta con la mayor cabaña apícola de Europa y es el principal productor de miel y polen en el continente. Posee unos dos millones y medio de colmenas, así como de una de las apiculturas más profesionalizadas dentro de la UE .
El «dramático» descenso general global en las poblaciones de abejas es el resultado de múltiples factores, como las enfermedades y los parásitos, el cambio climático y muchas prácticas de la agricultura industrial, puntualizan desde la ONG. Dentro de estas últimas, las evidencias científicas recogidas por Greenpeace destacan el papel mortal de algunos plaguicidas.
#SOSAbejas
Los ecologistas han identificado siete plaguicidas (como prioritarios) que, en su opinión, deberían ser prohibidos debido a su toxicidad extremadamente alta en las abejas: imidacloprid y clotianidina de Bayer; tiametoxam de Syngenta; fipronil de BASF; clorpirifos; cipermetrin y deltametrin, producidos por otras compañías de agroquímicos.
Además de la intoxicación aguda que provoca la muerte inmediata de las abejas, los efectos letales subyacentes a estos plaguicidas, incluso a dosis bajas, son diversos y extensos. Abarcan desde alteraciones en el patrón de pecoreo (actividad de recolección de néctar, polen, agua y propóleos en el exterior de la colmena) hasta daños en los procesos de aprendizaje.
«El tema de los plaguicidas de nueva generación nos están afectando de una manera muy callada. Nuestra mortandad invernal estaba entre el 5 y el 10%, como mucho el 15%. En estos momentos estamos en mortandades del 25, del 30, del 35%», denuncia Manuel Izquierdo, un apicultor andaluz. «Estamos hablando de plaguicidas que no solo se quedan en la superficie, sino que penetran y envenenan la planta. Hablamos de auténticas bombas atómicas en el campo y en el medio».
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