ANDALUCÍA
La corrección de los tendidos eléctricos evita la muerte de 15.000 aves cada año
El investigador del CSIC Miguel Ferrer ha estudiado durante dos décadas los efectos de las líneas eléctricas en las aves por colisión y electrocución
NATURAL
La coexistencia de aves y tendidos eléctricos es posible, concluye la obra «Aves y tendidos eléctricos, del conflicto a la solución», escrita por Miguel Ferrer , investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana y presidente de la Fundación Migres . El ... estudio de Ferrer ha cubierto más de 10 millones de metros cuadrados durante dos décadas.
En España, siguiendo las indicaciones de la comunidad científica, desde 1974 se han corregido en Andalucía 6.560 postes de diseño peligroso a lo largo de 1.446 kilómetros de líneas eléctricas y, entre otras consecuencias, la mortalidad se ha reducido de forma extraordinaria en una media general del 80%, lo que supone que 15.000 aves al año evitan la muerte en los tendidos eléctricos , entre ellas más de 1.100 aves de presa.
En Doñana , la joya de la corona de la biodiversidad en España y en Europa, la corrección de tendidos eléctricos redujo en un 95% las muertes de distintas especies de aves por electrocución (pasando de 6.000 aves electrocutadas al año a menos de 300) y en un 91% las muertes por colisión (pasando de 171 aves muertas por kilómetro y año a tan solo 21 por kilómetro y año).
Águila imperial
El águila imperial ibérica ( Aquila adalberti ) es una de las rapaces más escasas y amenazadas del planeta, siendo su población actual de aproximadamente 300 parejas . Su principal causa de mortalidad era, antes de las correcciones de los tendidos eléctricos, la electrocución (afectando principalmente a las hembras). En Andalucía, con una superficie de más de 8.000 kilómetros cuadrados, se han contabilizado 63 muertes -37 de ellas en Doñana- debido a este motivo desde 1974. Gracias a las correcciones llevadas a cabo, se ha reducido en un 62% la mortalidad de la especie por electrocución en Andalucía y en un 97% en Doñana.
Una inversión aproximada de 150.000 euros anuales en la corrección de tendidos eléctricos ha conseguido tener, en el caso del águila imperial, el mayor efecto positivo alcanzado nunca por ninguna otra medida de conservación ejecutada para una especie.
Endesa -que ha patrocinado el libro de Ferrer- participa de la iniciativa desde 1991.
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