Feliciano, el decano en Madrid

Tiene buenos recuerdos del torneo que se disputaba sobre pista rápida en el Rockódromo. Allí disputó tres veces los cuartos de final, donde Federer –en dos ocasiones– y Nadal ejercieron de verdugos. «Hubo muchos partidos bonitos contra gente muy buena. Aquí en la Caja no he jugado partidos tan buenos, aunque sí alguno puntual como ante Federer hace unos años», comentó.

Ahora tendrá una nueva opción de encontrar las semifinales en Madrid, para lo que tendrá que vencer hoy al japonés Kei Nishikori, que viene de ganar en Barcelona. Es un jugador incómodo, que resta bien y que juega muy rápido, pero Feliciano espera contar con el apoyo de un público que siempre le ha tratado bien. «Sientes la adrenalina. Notas que te gritan y el rival siente la presión», aseguró. Se parece mucho al ambiente de una Copa Davis, sobre todo cuando juegan tenistas como Nadal o Feliciano. «La grada se convierte en un incordio para el rival». Ese tipo de sensación es la que hace que le tenga tanto aprecio al torneo de Madrid. «Noto el cariño de la gente. En determinados partidos, cuando se igualan, la gente se involucra y el ambiente es muy bonito, diferente a cualquier otro escenario», aseguró.

Hoy tendrá una dura prueba tras una jornada de descanso. El abandono por enfermedad de Dominic Thiem le facilitó el pase a cuartos, pero el toledano lleva ya más de cuatro horas en pista. En primera ronda le costó ganar al argentino Federico Delbonis y también sufrió para deshacerse del ruso Mikhail Youzhny en la segunda. Ambos partidos se alargaron durante más de dos horas, a lo que hay que sumarle el partido de dobles que formaba con Juan Mónaco. La enfermedad de Thiem le vino bien para tomarse un respiro y confía en que hoy pueda romper la maldición que tiene con los cuartos de final en Madrid. De momento, tres de tres para sus rivales, pero esta vez espera realizar un buen partido en el último turno de la pista central para seguir en el torneo.

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