Revisa tú mismo los niveles y neumáticos de tu coche y evita imprevistos durante el viaje

Antes de realizar cualquier viaje de larga distancia es importante acudir al concesionario para comprobar el funcionamiento de los principales elementos de seguridad del vehículo, como los neumáticos, los frenos o los amortiguadores. Pero aun así, antes de cualquier desplazamiento podemos nosotros mismos llevar a cabo una serie de acciones básicas de mantenimiento para asegurarnos de que las presiones de los neumáticos o que los niveles de los fluidos más importantes son los adecuados.

Lo primero que podemos hacer es comprobar la presión de los neumáticos . Esto es especialmente importante para la seguridad, ya que circular con una presión baja incrementa el riesgo de reventón, mientras que hacerlo con una presión elevada reduce la superficie de contacto con el asfalto y, por tanto, el control del vehículo y la capacidad de frenado. Para saber la presión adecuada tan solo hay que mirar la tabla informativa que se encuentra en el marco de la puerta del conductor. La presión recomendada varía en función del número de ocupantes y del equipaje, así que si estás planeando un viaje con toda la familia y el maletero cargado, tenga en cuenta este factor.

A continuación podemos abrir el capó para comprobar los niveles de los líquidos más sencillos de rellenar, como el refrigerante o el del limpiaparabrisas, claramente reconocible por el tapón azul. Por lo general, estos depósitos están marcados con señales de máximo y mínimo para que sepamos hasta dónde debemos rellenarlos. Respecto al limpiaparabrisas, existen líquidos ya preparados con repelente de insectos para que los mosquitos no se queden pegados en la luna delantera, dificultando la visibilidad.

Pero si hay un fluido importante para el buen funcionamiento del motor, ese es el aceite . Para comprobar su nivel simplemente hay que localizar la varilla, extraerla, limpiarla perfectamente con un paño o una servilleta de papel, introducirla hasta el fondo y volverla a sacar para ver la marca realizada por el lubricante. Dicha marca debe situarse entre las señales de máximo y mínimo para que los niveles sean los correctos. Si el nivel está por debajo de lo recomendado, debes rellenar hasta la cantidad indicada con un aceite del mismo tipo y la misma viscosidad.

Por último, puedes finalizar la inspección ocular comprobando el estado de las escobillas limpiaparabrisas . Límpialas adecuadamente y comprueba cómo es el barrido. Si no consigue arrastrar el agua de manera efectiva y deja surcos que impiden la visión, lo más indicado es sustituirlas.