Frenada automática de emergencia, en uno de cada tres vehículos matriculados

Cada vez más popular, la frenada automática de emergencia puede ayudar a reducir las víctimas en carretera. En la actualidad lo ofertan 23 marcas de automóviles.

De hecho, está disponible como equipamiento de serie u opcional en 1 de cada 3 vehículos matriculados en nuestro mercado. Ha duplicado presencia, alcanzando una cuota de disponibilidad del 33,3% en las matriculaciones de turismos, lo que demuestra la rapidez con que está calando entre los usuarios.

De momento, el sistema está disponible en poco más del 1,5% de los turismos del parque circulante español, pero analizando los vehículos de menos de 5 años alcanza casi el 10%, fruto de la promoción que están suponiendo los Planes PIVE y PIMA Aire.

Por segmentos, en los automóviles de lujo alcanza el 90% de disponibilidad, aunque también es muy apreciado en segmentos medios de compactos, berlinas y todoterrenos, con cuotas en torno al 20%. Aunque dominado por las marcas Premium, está comenzando a implantarse en las tipologías de mayor volumen de mercado.

En este sentido, el canal de particulares protagoniza el interés por estas nuevas tecnologías de seguridad, alcanzando el 44% en la cuota de ventas. Las empresas quedan en segunda posición y el canal de alquiladores, en tercera.

El sistema predictivo de frenada de emergencia o de frenada automática de emergencia, como el desarrollado por Bosch, detecta situaciones de riesgo que requieren una detención urgente o una detención inmediata del vehículo para evitar colisiones por alcance. Suele incorporar avisos previos al conductor para lograr una reacción más rápida, pero actúa aunque éste no se haya percatado, lo que permite acortar considerablemente la distancia de frenada y reducir daños personales en caso de accidente inevitable. De hecho, podría evitar uno de cada tres accidentes con daños a personas en la UE, es decir, unos 350.000 al año.

En este sentido, los sistemas avanzados de asistencia a la frenada han demostrado que pueden evitar casi 1.100 atropellos de peatones en la UE, podrían bajar de 4 a 1 los siniestros con daños a personas y, en combinación con el control de estabilidad ESP, evitar entre un 30% y un 60% en los accidentes más habituales.

El dispositivo detecta la velocidad a la que se suelta el pedal del acelerador y se pisa el de freno. La maniobra permite al sistema actuar de forma inmediata, aumentando la presión de frenado hasta que actúa la asistencia a la frenada de emergencia. Del mismo modo, reconoce la finalización de la operación y reduce la presión sobre el pedal de freno para recuperar el nivel solicitado por el conductor.