¿Qué olvidamos en los coches de alquiler?

Ojo, pues también han aparecido pertenencias tan inverosímiles como acciones de una empresa de Panamá, un mini compresor, grandes cantidades de dinero en efectivo, un medidor de nitratos e incluso un cliente chino olvidó una caja de pescado fresco en una furgoneta, que tuvo que pasar varios días con las ventanillas bajadas para que ahuecar el olor.

Pañales usados, dentaduras postizas, aparatos de audición, la compra del súper, una pistola y, aunque parezca increíble, ¡hay quien se ha olvidado a su hijo en la sillita del coche o a la abuela!

Y no es todo. Ha habido quienes han aprovechado los coches más que otros y al devolverlos se han dejado las «pruebas del delito»: Viagra, DVD pornográficos, ropa interior o preservativos. Eso sí, han vuelto para reclamarlos.

Pero estos no son los únicos despistes: muchos clientes olvidan dónde han aparcado el vehículo hasta el punto de poner una denuncia por robo. Claro está que los coches terminan apareciendo en calles paralelas, en otra planta del estacionamiento de un centro comercial o en el depósito municipal, si lo dejaron en carga y descarga.

Algunos se han equivocado de empresa y han devuelto el coche en otras compañías de alquiler. En una ocasión, unos japoneses que no sabían conducir con cambio manual estuvieron 3 horas dando vueltas por el aparcamiento de Sixt para aprender a llevarlo, pero al final cambiaron a otro automático.

Hay quien desconoce que, en algunos modelos, la llave sólo sale del contacto si la palanca de cambios está en «punto muerto», o que para arrancar necesitan pisar freno y embrague.

También hay quien al entregarle el coche ha ido al mostrador a quejarse de que el vehículo estaba mal porque no encontraba el volante: no recordaba que está a la izquierda. O quienes han dicho que un coche de 5 puertas era de 3 porque no encontraban la manera de abrir las traseras.