Toyota RAV4, reinventado
La nueva generación del SUV compacto nipón llega en plena ebullición del segmento. Aterriza en abril con precios por definir, presume de mayor calidad, de una tecnología claramente más sofisticada y, sobre todo, de una habitabilidad y de un maletero mejor adecuados al planteamiento familiar.
Para hacer frente a la «embestida» SUV compacta, Toyota, en gran medida precursora del concepto, sitúa a partir de abril en nuestro país un RAV4 que supera en todo a su antecesor, y no es una mera frase hecha.
Ya en su cuarta ... generación, el nuevo RAV4 navega más que nunca entre 2 frentes: el de los todocamino populares y el de los de corte Premium, de modo que bien puede hacerse con clientela de ambos. Ahora mide 4,57 metros de largo , o lo que es igual, 205 mm más, que es mucho. Es más bajo, sí, tanto como 25 mm, pero ojo, gana 100 mm entre ejes. Así, el hueco trasero para las piernas admite sin pega las extremidades más generosas; también es notable la anchura.
No menos sustancial, el maletero asciende a 547 litros en posición estándar (con 5 pasajeros a bordo), que se convierten en 1.746 litros cuando abatimos, en una sencilla maniobra, los respaldos traseros partidos en una doble porción asimétrica (determina un piso plano y diáfano, realmente aprovechable). A saber: de serie aporta kit reparapinchazos , pero con sobrecoste se podrá pedir rueda de repuesto tipo «galleta» e incluso convencional, en cuyo caso el maletero cederá 100 litros. Eso sí, ni una ni otra colgarán del portón (de apertura motorizada según acabados) como antes para depurar aerodinámica (Cx de 0,31). A todo ello, la apertura del citado portón es vertical y ya no lateral, comprometedora en según y qué casos.
Estructuralmente más rígido y mejor aislado (lleva, por ejemplo, parabrisas acústico ), visualmente más anguloso en línea con los Auris (el nuvo compacto de la marca) y Verso (el revisado monovolumen medio)... El último RAV4 es, de paso, suficientemente maniobrable , como avala un diámetro de giro ajustado a 10,6 metros . También actualiza chasis, como antes con suspensiones independientes y un dosificable equipo de frenos (llevan ABS, corrector EBD y servo de emergencia BA, como el estabilizador VSC o VSC+ , según versiones, y el control de tracción TRC de serie). La dirección es servoeléctrica y, por cierto, bastante directa.
Como extra, se pone al día con aviso por cambio de carril involuntario , alerta de obstáculos en ángulos muertos , cambio automático del alumbrado de cruce a carretera (puede ser de xenón), 7 airbags , multimedia Toyota Touch (de distintos tipos, hasta con navegación y pantalla táctil a color)...
Hay 3 motores para elegir
De calidad interior sustancialmente mejorada (antes todo era plástico rígido y ahora incluso el cuadro va tapizado y acolchado), disfruta de un puesto de conducción más vigilado, de mejor visibilidad... El nuevo RAV4 se venderá con 2 motores de gasóleo , los 2.0 D-4D ( 124 CV/310 Nm con tracción delantera FWD y que concentrará buena parte de ventas); y 2.2 D-4D (tracción 4x4 o AWD , con 150 CV/340 Nm , suave como el anterior aunque algo flojo de respuesta al arrancar), que podrá ser manual o automático. Junto a ellos, una alternativa animada por gasolina, aspirada, en forma de 2.0 Valvematic de 151 CV/195 Nm , manual o auto secuencial por variador contínuo MultiDrive S y transmisión AWD.
Precisamente, los RAV4 AWD añaden Sistema Integrado de Conducción Dinámica, un mando para marcha normal o Sport, en cuyo caso aviva la respuesta del acelerador (y del cambio automático si lo equipa), endurece la dirección y envía par extra al eje trasero para tornar la tracción total activa (casi anticipa derrapajes) y no sólo reactiva.
Firme pero confortable (hasta sobre firmes deteriorados) y fácil de llevar , con un cambio manual (siempre de 6 relaciones) de tacto mejorable... Sin sobresalir frente a sus rivales, el RAV4 cumple con nota en todo. Un último apunte: se comercializará en niveles Active (diésel básico), Advance y Executive , bien equipado en todos los casos. El intermedio, en particular, a partir de elementos como el climatizador de doble zona o las llantas de aleación, será el más sugerente. No faltarán, de paso, un buen número de accesorios de concesionario para completarlo a placer.
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