Doce cosas que aprendiste de memoria en la EGB y que probablemente ya has olvidado

Durante los años escolares, para poder aprobar cientos de controles y exámenes era necesario aprender de memoria una gran cantidad de datos que poco después quedaban olvidados para siempre.

Un claro ejemplo de ello son los doce primeros decimales del número Pi -3,141592653589- o los distintos tipos de nubes. Cúmulos, estratos, nimbos y cirros eran algunos de ellos, pero muy pocos de los antiguos estudiantes de Educación General Básica son hoy capaces de identificarlos.

Otro tanto ocurre con las preposiciones . «A, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre y tras» era la retahíla que había que recitar día tras día en clase de Lengua y que casi nadie es capaz de repetir de memoria en su edad adulta.

Las poesías eran también una de las bestias negras de los estudiantes, que año tras año se veían obligados a aprenderse los ocho primeros versos de «La canción del pirata» de Espronceda o las definiciones de extrañas figuras retóricas como la sinécdoque .

La de Religión era otra asignatura que obligaba a memorizar gran cantidad de listas, como los siete Sacramentos, al igual que las «Naturales» , donde era necesario aprenderse las distintas partes de una neurona, los diferentes tipos de animales artrópodos o los huesos del oído medio.

No hay que olvidar, por supuesto, otra materia como las «Sociales» , con sus listas de cordilleras, cabos, golfos o ríos y afluentes. Los del Guadiana, por ejemplo, eran el Cigüela, el Záncara, el Jabalón y el Zújar.

Además, en Matemáticas también era necesario aprender reglas como la propiedad conmutativa de la multiplicación, gracias a la que todos los estudiantes conocen que el orden de los factores no altera el producto.

Sin embargo, no todo lo que se aprendía de memoria durante los años de la EGB era fruto del sistema educativo. Así, muchos de los niños que estudiaron durante los años 80 podrían decir que Tiny, Keyop, Jason, Mark y Princesa eran los cinco integrantes de Comando G . Otros, probablemente, ya lo habrán olvidado.