La Peraleda o la crónica de una muerte anunciada
No es necesario un lince para darse cuenta de que el actual recinto ferial de Toledo, La Peraleda, viene experimentando una inducida pérdida de protagonismo en pro de otras «redescubiertas» zonas de la ciudad
No es necesario un lince para darse cuenta de que el actual recinto ferial de Toledo, La Peraleda, viene experimentando una inducida pérdida de protagonismo en pro de otras «redescubiertas» zonas de la ciudad que, al parecer, son ahora las más idóneas para desarrollar los ... eventos que desde hace muchos años se vienen realizando en el lamentablemente malogrado recinto ferial.
Resulta significativo comprobar cómo en las pasadas fiestas del Corpus, los dos grandes eventos nocturnos de masas, como fueron el concierto de Máxima FM y el de los Cuarenta Principales, se celebrasen en el Paseo de Merchán (La Vega para más señas) , no importando, al parecer, que el tráfico que en otras ocasiones tanto agobia al gobierno municipal tuviese que desviarse para el desarrollo de unas actuaciones que se celebraron, no en el paseo propiamente dicho, sino en la calzada que une la Puerta de Bisagra con el Hospital de Tavera.
Recuerdo con cierta nostalgia los años en que nuestro recinto ferial estaba situado en La Vega, un espacio céntrico y a tiro de piedra de Zocodover. El Paseo de Merchán, por entonces, podía absorber el volumen de atracciones y puestos que se daban cita en Toledo, tanto en junio como en Agosto.
Pero los tiempos han cambiado, y el motivo por el que en su día se proyectó La Peraleda no fue otro que dotar a la ciudad de un espacio de los servicios necesarios para tener un recinto cómodo y espacioso, a la vez que versátil; en otras palabras, un recinto ferial en toda regla. Por eso, considero que abandonar este espacio, en lugar de darle el impulso necesario, es lo menos acertado que se puede acometer por varios motivos.
En primer lugar, la espaciosidad a la que antes me refería es un punto a favor que debería tenerse muy en cuenta a la hora de buscar otro recinto; la lata de sardinas en que se convertiría La Vega, o lo costoso de habilitar un nuevo lugar (como en ocasiones se ha apuntado) en la zona conocida como Huerta del Rey, se evitaría si se adecenta el que ya tenemos.
Por otro lado, las terrazas de verano que hoy se ubican en la Peraleda y que en su día se erradicaron de Safont por causar innumerables molestias y quejas de vecinos – conviene no olvidar esto- están abocadas a desaparecer tras el verano de 2013, lo cual dejará a la ciudad sin un consolidado espacio de ocio estival en el que se combinan facilidades de aparcamiento y una relativa lejanía a viviendas susceptibles de ser «contaminadas por ruidos»; si la Peraleda se mantiene, quizá se podría prorrogar nuevamente el contrato en virtud del cual deberán desaparecer al llegar el otoño. Pensemos en que las personas que acuden cada fin de semana a las terrazas no encontrarán demasiadas alternativas de ocio en la tórrida noche toledana , con lo cual lo lógico será que se marchen a otras localidades que ofrezcan algo similar.
Por otro lado, las carpas multiusos, que hoy permanecen en situación de inactividad, podrían volver a llenarse de contenido, una vez superada su situación judicial, mediante una inversión necesaria que las volviese a acondicionar para albergar ferias como Farcama, que, por cierto, también desaparece de La Peraleda.
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