El Patio de Cristales de la Casa de la Villa se «muda»

La Hacienda municipal —concejalía que dirige Concha Dancausa— destinará 95.421,74 euros para una primera fase de estas obras, que comenzarán la próxima semana. Supondrán la reforma, reparación, conservación y demolición en su caso de elementos, aunque ninguna actuación se llevará acabo sin el previo vistobueno de la Comisión de Control y Protección del Patrimonio (CIPHAN).

Habrá dos fases de trabajos, con distintos presupuestos y diferentes ritmos. En la primera, la de inicio inminente, se desmontará la vidriera histórica, realizada por la casa francesa Maumejean. Habrá que trabajar, explican los expertos de Patrimonio municipal, simultáneamente por ambas caras de la vidriera, de manera coordinada, para asegurarse de no producir más deterioros en los materiales alterados. Especialmente delicado será el proceso de retirada de la masilla tradicional, así como la extracción de los paneles de vidrio.

A continuación, se dará un código a cada panel —operación conocida como «siglado»— para embalarlos a continuación y trasladarlos al taller. Para la numeración, se seguirán las directrices del Comité Técnico Internacional del Corpus Vitrearum —una organización dedicada al estudio de las vidrieras históricas—. Posteriormente, los paneles serán introducidos en carpetas de cartón rígido también numeradas, para su traslado y almacenamiento. Se transportarán en cajas de madera.

En la actualidad, todo el edificio de la Casa de la Villa ha perdido gran parte de sus funciones, debido al traslado de la sede del Ayuntamiento, el despacho de Alcaldía y otros relacionados al Palacio de Cibeles . Tampoco se celebran ya los plenos en el histórico salón anexo al Patio de Cristales. Sin embargo, el edificio sigue siendo escenario de algunos eventos institucionales, y también se enseña en visitas guiadas. Por este motivo, en el Ayuntamiento están estudiando la posibilidad de mostrar una lona con una impresión del estado actual de la vidriera, que se instalaría en el hueco entre las dos fases de la obra, igual que se ha hecho en otras obras de restauración de monumentos de importancia. Se está a la espera de conocer el presupuesto de esta lona para tomar la decisión sobre su instalación.

Una vez concluido el desmontaje y traslado de la vidriera, se acometerán los trabajos de la segunda fase. En todo caso, se realizaría ya con cargo a los presupuestos del año 2014. Los trabajos de esta segunda fase consistirán en la limpieza de todas las partes de la vidriera, volver a fijar las grisallas, con un tratamiento exclusivo para emplomado.

Aún antes de retirar la vidriera, los expertos de patrimonio municipal son conscientes de las dificultades de la tarea: «Es posible que alguno de los plomos exteriores presente un alto grado de deterioro», indican, por lo que serán sustituidos los que puedan producir inestabilidad física en el conjunto del panel. También serán reintegrados o sustituidos por otros nuevos los anclajes de las varillas de refuerzo al emplomado desaparecidos o en mal estado.

Se van a consolidar y fijar los vidrios rotos o rajados, y se unirán los fragmentos de aquellos que estén deteriorados. Se aplicarán tratamientos para el control de microorganismos. Cuando todas estas operaciones hayan finalizados, la vidriera se reinstalará en su emplazamiento original.