La flota de cerco «amarra» tras agotar la cuota del jurel

Tras el cierre del último caladero, las estimaciones apuntan a que entre todos no llegarían a superar los 6.000 euros de ingresos . De ahí que hayan decidido amarrar sus barcos y dejar de faenar hasta final de año.

«Son 1.200 familias las que dependen directamente de la flota amarrada , además del resto de trabajadores de la lonja, las pescaderías y demás. Vamos a intentar que puedan ir al paro para que al menos tengan algunos ingresos. Esperamos hablar pronto con la Secretaría General de Pesca y seguramente acabaremos en Bruselas», explicó ayer el presidente de Acerga, Juan José Blanco Agraso.

De nuevo, los cerqueiros gallegos culpan de la situación al reparto de las cuotas del Plan de Gestión del Cantábrico Noroeste, en el que se primó el histórico de capturas. Galicia, con una regulación durante 35 años que establecía un tope por buque y día, salió claramente perjudicada frente al País Vasco y Cantabria, con menos barcos y más cuota.

«No podemos seguir en el mar porque no tenemos rendimiento económico ni siquiera para pagar los sueldos de la tripulación» , lamentan desde Acerga, a la vez que justifican la decisión de amarrar la flota tomada en una asamblea el pasado sábado y que tendrá continuidad este jueves, cuando esperan tener una respuesta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Por su parte, el director xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica, Juan Maneiro , se comprometía este lunes a tratar con la Secretaría General de Pesca, «si hay posibilidades», transferir al cerco gallego cuota de otras modalidades para pescar jurel. Pese a que dijo respetar la decisión tomada por los profesionales, censuró que «desde principios de año sabían las cantidades que podían pescar y cuál era la cuota». «Se tratará de ver si hay una cuota no pescada que se pueda transferir, pero no tenemos ninguna garantía que sea así», quiso aclarar.