Se veía venir

Hagan ese pequeño ejercicio de memoria. ¿Recuerdan cuando nos decían con solemnidad que «el PSOE no tiene otro candidato que Orozco» y éste mismo sacaba pecho de su fortaleza?¿Les suena la música cuando Besteiro ahora afirma que «Manuel Martínez es nuestro candidato a la Diputación»? En las casas de apuestas ya han retirado la opción de jugarse los cuartos a que el PSOE aguantará al alcalde de Becerreá como presidenciable. No la ven siquiera como una posibilidad remota.

La imputación no convierte a Martínez en un presunto delincuente. Menos aún cuando parte del Juzgado de Pilar de Lara. Cuesta tomarse en serio cualquier resolución que proceda de ahí, como entenderán. El de Becerreá es tan culpable como el alcalde nacionalista de Vimianzo, pero ya sabemos que los regidores del BNG son santos varones y los del resto de partidos unos corruptos en potencia. Pero entiendan al BNG: Lugonovo se cobró a Orozco como pieza de caza mayor y ahora el Bloque quiere su particular trofeo. Hay celos en la esquina radical.

En todo caso, la doble moral nacionalista va un poco más allá en la Diputación. Martínez fue imputado en la pasada legislatura, y el BNG nunca levantó la voz para cuestionar su cargo como portavoz del grupo socialista. Quizás porque andaba preocupado gestionando sus chucherías y no tenía a la opinión pública pendiente de sus contradicciones. Ahora exigen un nuevo sacrificio al PSOE. Veremos cuánto tarda Martínez en renunciar «por motivos personales».