Un sector del PSOE coruñés teme que el apoyo a la Marea penalice al partido

El escenario dio un importante giro en las últimas horas, después de que la Junta Electoral aceptara varias impugnaciones de Marea y el PP sobre los votos nulos, y determinara que el vencedor de las municipales, por apenas 28 papeletas, era el popular Carlos Negreira. Lo que antes suponía para el PSOE completar a la primera fuerza de la corporación para conformar un frente de izquierdas supone ahora un pacto de perdedores para desbancar al PP, cuyo candidato tendió la mano durante la campaña a los socialistas para un acuerdo de gobernabilidad «desde la moderación y el centro político».

«La indicación de Ferraz es no facilitar en ningún caso los gobiernos del PP, aunque otorgando autonomía a cada agrupación», explicaron a ABC diversas fuentes, «pero pueden darse excepciones como Orense, donde no seremos alcaldes con los votos de Democracia Orensana». En el caso coruñés, estas mismas voces creen que «se entiende poco que el PSOE de la ciudad le entregue el gobierno al nacionalismo, pero quizás se entendería menos que se lo diéramos al PP».

No obstante, creen que se abre «una situación incómoda», ya que «está por ver que entremos en el gobierno de La Coruña», por lo que el PSOE apoyaría la investidura de Ferreiro para quedar fuera de su equipo. «No seremos ni gobierno ni oposición», advierten, «vamos a dejar que la Marea ocupe nuestro espacio político y después no lo podremos recuperar». Un caso similar a lo que ha ocurrido en Pontevedra, señalan como ejemplo.

Estas mismas voces auguran que el ejecutivo de la Marea «va a ser un desastre». «En la ciudad tenemos el precedente de Merino, que se va a repetir, después del cual la gente quedó vacunada y llegaron las mayorías absolutas de Paco Vázquez», cuyo legado Barcón ha intentado arrogarse pero que internamente ha perseguido.

Mientras tanto, la candidata socialista desoye lo que proclama este sector crítico y advierte que la variación de contexto que ha propiciado la victoria final del PP no supondrá ninguna mudanza en su postura inicial. Barcón, que ya había anunciado con anterioridad que apoyaría la investidura de Ferreiro como nuevo regidor, se reafirmó ayer para ABC en su posición argumentando que «la ciudad ha pedido un cambio». La fuerte entrada de la Marea, unida a la pérdida de cuatro concejales de la opción encabezada por Negreira, constituye para la líder herculina «un mensaje claro y contundente» que interpreta como la voluntad de que el alcalde no repita.

Uno de los riesgos a los que se enfrenta el PSOE coruñés es al de no ser capaz de capitalizar los éxitos que pudiese alcanzar el equipo rupturista y, sin embargo, sí ser corresponsabilizado por la ciudadanía de los posibles fallos y acabar asumiendo el desgaste. Preguntada al respecto, Barcón prefiere no hacer demasiadas valoraciones, apunta que «no se trata de compartir errores» y se emplaza a «vigilar» las actuaciones del Concello durante todo el mandato de Ferreiro en cuestiones que entiende que son básicas como el gasto social o la inversión en los barrios.

Otra de las preguntas que sobrevuela el ambiente es si el electorado socialista que otorgaba las mayorías a Vázquez verá con buenos ojos este movimiento de su partido, a la que Barcón responde animando a no interpretar «a los votantes del siglo pasado, porque no estamos en el 96». Para la candidata, «lo importante es que hoy hay una mayoría incontestable que está contra el PP por lo que estaba haciendo en la ciudad».

Si el apoyo de socialistas es estrictamente necesario para la investidura de las Mareas, la situación será la contraria en el caso de la Diputación coruñesa. En este sentido, Ferreiro anunció ayer su apoyo a la conformación de «nuevas mayorías» que signifiquen la salida del PP del ente provincial. También se refirió a la toma de posesión del bastón de mando de María Pita, de la que espera un «respaldo total» y ser apoyado por el BNG e «incluso el PP, que dado el resultado debería al menos abstenerse en la votación».