Feijóo apela al socialista moderado ante posibles pactos con «radicales»

Las palabras de Feijóo sobre los insultos tenían un blanco claro, el máximo mandatario de Podemos, Pablo Iglesias, que el día anterior había estado en La Coruña apoyando al candidato de la Marea herculina. Sobre el conocimiento de la realidad de la Comunidad que puede tener el líder del partido de izquierda, Feijóo señaló que «viene condicionado por lo que le cuenten sus socios, que son una mezcla de nacionalistas y radicales, por lo que es bastante limitado». En su discurso, Iglesias ocupó buena parte de su tiempo en intentar desacreditar a Feijóo y al Partido Popular, por lo que el presidente respondió que «ha venido a Galicia a insultar a los gallegos que han escogido libre y mayoritariamente gobiernos del PP. Quiere decirnos qué hacer y cómo hacerlo».

La política económica volvió ser uno de los focos principales de atención del presidente de los populares gallegos, que pidió reflexionar sobre el punto al que habrían llevado más años de gobiernos socialistas a nivel estatal y asociados con nacionalistas en el autonómico. «Si Zapatero y el bipartito dejaron las administraciones como las dejaron gestionando una situación de bonanza, imagínense si se hubiesen encontrado en una recesión». Sobre este punto, Feijóo concluyó que «no estaríamos hablando de si se nota la recuperación , sino de cómo se notan las consecuencias de tener que devolver un rescate que ni Grecia, Portugal o Irlanda pudieron evitar». Además, el líder popular aprovechó esta cuestión para lanzar su último ataque a Podemos y zanjar el mitin señalando que su modelo «es converger con Europa, no ser como los regímenes bolivarianos», en referencia al pasado como asesores del gobierno venezolano de varios de sus dirigentes.

Durante la intervención posterior a la reunión del Consello de la Xunta, Núñez Feijóo criticó a Ciudadanos que haya exigido al PP la elección de sus candidatos en primarias o las afirmaciones de su presidente, Albert Rivera, relativas a la supuesta necesidad de la política española de que los nuevos líderes hayan nacido durante la democracia. Sobre esto, contrapuso el hecho de que «los mayores de 35 años no podrían dedicarse a la política» frente a características que entiende que son positivas como «la madurez y la solidez, que tampoco va necesariamente ligada a la edad». Para el titular del ejecutivo autonómico, estas manifestaciones responden a «improvisaciones» y les animó a reflexionar sobre si los demás partidos «deben adecuarse a las modas» y si está Ciudadanos en disposición de ser el partido que defina «qué es moderno y qué no lo es». Con el mismo argumento arremetió contra otra de las propuestas más polémicas de la formación y que agraviaba directamente a Galicia, su negativa a continuar con las inversiones del AVE, de la que señaló que «la modernidad pasa por la equidad y la igualdad territorial de España».

De esta «improvisación» en la conformación del partido de Albert Rivera a nivel nacional y gallego, la conclusión que realiza el popular es que para ser un partido de gobierno a Ciudadanos «le falta un poso político y de gestión que todavía no tienen, así que el tiempo dará y quitará razones».