Cerco a los furtivos en la costa gallega

El «Videoguard» sondea playas, bateas y puertos a más de 4 kilómetros para alertar de posibles delitos y servir de complemento a vigilancia costera

Cerco a los furtivos en la costa gallega abc

L. REY

Desafían al mar en cada jornada para conseguir un puñado de kilos de marisco. Bateeiros, mariscadores y percebeiros sortean las embestidas de las olas por hacerse con el botín que les permite ganarse la vida. Pero además de desafiar al mar, estos profesionales se baten ... contra su gran rival: el furtivismo. Una práctica ilegal a la que Galicia busca poner fin gracias a un sistema de videovigilancia inteligente que controle todo el litoral de la Comunidad.

Hace un año, las empresas Retegal, Coremain, Bastet Seguridad Tecnológica y TRC formaron un consorcio para llevar a cabo un proyecto de I+D+i que diese solución a este problema. Financiados con 1,8 millones de euros de fondos del programa «Innterconecta», a través de la Consellería de Economía e Industria y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial —entidad pública empresarial dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad— iniciaron este proyecto.

«No se trata de un Gran Hermano en la costa», aclara a ABC José Ángel Abeal, director gerente de Retegal. El «Videoguard» alertará cuando se esté realizando alguna actividad delictiva en zonas de playa, rocas, bateas y puertos, de día y de noche. «No queríamos un sistema de videovigilancia al uso, es decir, una red de cámaras que controlase la costa y un grupo de personas que se dedicase a revisar este cuadro de cámaras», explica Abeal.

Galicia tiene 1.500 kilómetros de litoral y el número de cámaras que lo cubriese todo sería elevadísimo, un sistema, por tanto, muy costoso de sostener. Por ello, el equipo técnico pensó en utilizar los canales de comunicación que se emplean para TDT y banda ancha, que se extienden por los puntos costeros de población. En cada una de esas antenas podrían situar una cámara para tratar de captar alguna actividad que pudiese ser sospechosa de delito. Y en esta fase se encuentra el proyecto. Después de probarlo «en laboratorio», ahora empiezan a testarlo «en un entorno real»: en las rías gallegas, aunque por cuestiones de seguridad y posibles sabotajes se desconoce en qué punto de la costa se están realizando las pruebas. Y sobre el terreno, precisamente, se topan con la mayor dificultad para desarrollar el «Videoguard». «Este sistema ya existe en aeropuertos y en centros comerciales,pero hay una diferencia fundamental: son entornos estáticos. Aquí el entorno en sí se mueve, se mueve el agua, los animales que hay, la vegetación... y todo es mucho más difícil de controlar», continúa el técnico.

Este sistema emplea cámaras térmicas, que captan el calor distinguiendo los focos con mayor temperatura. Entonces, las alarmas saltan cuando se detectan focos de calor muy pequeños metidos en un foco de frío grande, osea cuerpos dentro del agua, que en función de lo sumergido que se encuentren son más o menos difíciles de detectar. Es entonces cuando las falsas alarmas empiezan a saltar. «Los resultados en laboratorio fueron satisfactorios. Ahora toca probar que en este entorno real también funcione el sistema. Mediante pruebas, el nivel de acierto será cada vez mayor, hasta que, alcancemos la perfección», confía Abeal.

«No es un Gran Hermano»

Estas cámaras obtienen las imágenes a una distancia de hasta 4 kilómetros, por lo que es muy complicado realizar una identificación personal. Puede darse el caso —explica el portavoz de Retegal— de que, ante un requirimiento policial o una autorización legal, exijan que se recupere la imagen, que se identifique al presunto infractor, si bien no es la finalidad del proyecto, sino que ofrezca una alerta para que, cuando alguien esté mariscando ilegalmente pueda movilizarse a personal de vigilancia costera a esa zona. «No se trata de denunciar a nadie a través de unas imágenes, esto no es un cazador, no es un Gran Hermano —insiste—. Es un sistema de vigilancia para que actúe el personal que debe hacerlo ante un caso de furtivismo o de pesca ilegal».

El «videoguard», que estará en periodo de prueba hasta finales de año, es, por tanto, un complemento para que los actores medios que tienen que vigilar la costa sean más eficaces y eficientes. «El sistema no pretende sustituirlos, ni vigilar por ellos, sino complementarlos», puntualiza Abeal.

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