Nava Castro: «To­da­vía hay mu­ni­ci­pios que es­tán de es­pal­das al Ca­mino»

—Si el Camino ya tiene éxito sin un plan director, ¿hasta dónde se puede llegar con la planificación que se inicia?

—La idea es plantear las líneas estratégicas, medidas urgentes y acciones de futuro. ¿Cuál es la intención? Que zonas tan bucólicas como el albergue de Ribadiso sirva como ejemplo de lo que queremos hacer con el resto del Camino. Es público, parece una casita de turismo rural, perfectamente rehabilitada, en un entorno con el río, el puente, la naturaleza... Una zona de descanso donde el peregrino puede meter los pies en el agua y poner su ropa a colgar. Es un modelo maravilloso. Y con seguridad cuando vas andando. En esa zona del Camino Francés hay más lugares parecidos. Eso es lo que queremos llevar a otras rutas como el Camino Inglés, la Vía de la Plata o el Camino Portugués. Queremos tenerlo como un entorno sostenible, cuidado, accesible... Firmaremos un convenio con la Once para que nos indique qué debemos eliminar. También no especializaremos en distintas rutas. No todas pueden ser ecuestres. Aconsejaríamos cuál es mejor.

—¿Es una iniciativa que parte del Plan Xacobeo o se ejecuta porque se han ido recibiendo necesidades al respecto?

—Surge porque cualquier sitio turístico en Europa está impecable y no hay feísmo. Nos encantaría que todas las fuentes fueran potables o también una atención de acogida muy buena, que es distinta a la que pide un turista más.

—¿Qué retos supone que el peregrino extranjero se esté imponiendo?

—Nos sitúa internacionalmente y sirve para demostrar al resto del turismo la diversificación y desestacionalización. Hay rutas en Japón, México, Argentina o Perú que nos llaman para ver cómo lo hemos hecho. Tenemos que estar preparados y no podemos fallar. El Camino no puede ser una decepción.

—¿Tienen ya alguna fórmula para extender el éxito del Camino Francés?

—En la Diputación de Pontevedra, por donde discurre el Camino Portugués, van a crear una mesa de trabajo. Verán cómo el Francés desarrolló la economía de su municipios. Es una oportunidad también para la iniciativa privada.

—Hablan de estimular el orgullo identitario. ¿Eso quiere decir que el gallego no termina de involucrarse en promocionar el Camino?

—En el Camino Francés están todos perfectamente concienciados, pero en otros no. De hecho, hay municipios —no los vamos a nombrar— que están de espaldas al Camino. Tenemos trabajo.

—En cuanto a la estacionalidad, este año, por ejemplo, los coreanos fueron líderes en enero. ¿Esa es la vía en la que trabajar:potenciar épocas del año para diferentes nacionalidades?

—Por supuesto. El plan director nos va a servir para ver la densidad de peregrinos y saber zonas y movimientos. En función de esos datos, vamos a actuar en campañas de promoción. El Camino ya es el gran producto desestacionalizador desde el momento en que los 365 días del año llegan peregrinos. En verano, quien más llega es el nacional porque estamos acostumbrados a que esos meses son los de vacaciones. Sin embargo, en la zona de Oriente es una semana cada cierto tiempo. Ahí es donde nos tenemos que dirigir.

—¿Qué países empiezan a despuntar y se aprecia una gran potencialidad?

—Un experto chino en el Camino nos dijo cómo deberíamos actuar para facilitar el despunte del peregrino de su país, que estaría dispuesto a venir. Durante el Camino le gustaría ser uno más, pero al llegar a la meta se convierte en un turista al que le gusta tener lujo, su comida y, por supuesto, la página web en chino. Japón, gracias a los hermanamientos que tenemos, ha entrado en el top veinte. También estamos incidiendo mucho en Brasil:Portugal es una vía de entrada perfecta para ellos.

—Entre las líneas que esboza el plan director está impulsar la celebración de efemérides como el Año Franciscano. ¿Qué balance hace de ese VIII Centenario transcurrido casi un año?

—El balance es muy positivo. Y aún nos queda la llegada de la Vuelta a España o el I Congreso Internacional de las Peregrinaciones, donde presentaremos la Marca España. En mayo tendremos el I Encuentro Mundial de las Asociaciones del Camino, donde querremos agradecer el trabajo que han desarrollado en los últimos veinte años. Fueron los grandes prescriptores;señalaron con sus flechas amarillas todo el Camino.