resistencia galega
Las ollas-bomba eran devastadoras en un radio de hasta 5 metros
Una explosión controlada de los termos requisados a dos integrantes de la banda pone de relevancia su alta peligrosidad. Los restos de la detonación aparecieron a una distancia de 55 metros del foco de la deflagración, subraya un informe
Las ollas-bomba eran devastadoras en un radio de hasta 5 metros
Lejos de ser artefactos de fabricación casera con escaso poder destructivo, las ollasbomba utilizadas por la banda Resistencia Galega en sus atentados poseen una alta peligrosidad . Así se deriva de la activación controlada de uno de los termos metálicos localizados en el matelero ... del vehículo junto al que la Policía detuvo a los dos integrantes de la organización independentista condenados este miércoles por la Audiencia Nacional a 12 y 6 años de prisión . Durante esa detonación de prueba, los técnicos comprobaron —tal y como recoge la sentencia redactada por el juez Fernando Grande-Marlaska— que cualquier persona que estuviese en un radio de 5 metros en el momento de la explosión «se vería seriamente afectada por los efectos producidos por la onda de presión, la onda de calor y proyecciones, llegando a encontrarse restos a una distancia de 55 metros». El informe elaborado por los expertos también subraya que estos datos hacen alusión a una deflagración en un lugar abierto. Y anotan al término: «Debe subrayarse cómo los efectos del explosivo indicado se ven magnificados en lugares cerrados ».
Cómo tratar con explosivos
Acerca de la confección de dichos explosivos, los agentes encargados de la investigación lo tienen claro. Y es que, aún cuando este tipo de ollasbomba no presentan una tecnología elaborada, su confección —reconocen— «sí exige un conocimiento del mundo de los explosivos» tales como la temporización, la iniciación eléctrica o el confinamiento de la bomba. Un motivo que explicaría que Carlos Calvo (uno de los integrantes encarcelado) se hubiera reunido con su compañero Xurxo Rodríguez para darle instrucciones acerca de su uso . Es más, durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional, el propio Rodríguez reconoció cómo otros miembros de la banda en la que llevaba tres meses militando le indicaron que Calvo «le debía enseñar su funcionamiento» .
El informe de similitudes entre los artefactos incautados con anterioridad a la banda terrorista y los que se hallaron en el parque donde Calvo y Rodríguez se reunieron antes de ser detenidos por los agentes tampoco deja lugar a dudas. La composición de todas las bombas requisadas es el perclorato potásico con azufre y aluminio . Con respecto a su sistema, los iniciadores son idénticos. Además, en el juicio quedó probado cómo «vienen utilizando bombillas de características concretas y con una manipulación propia». También coinciden otros elementos determinantes en este tipo de artefactos como los relojes despertadores, que siempre son de la misma marca . Hechos, todos ellos, que hacen pensar «cómo este tipo de manipulación puede ser elaborada por la misma persona o que ha transmitido instrucciones a otra», indica el propio Marlaska.
Acerca del destino final de los dos termos que fueron localizados en el maletero del vehículo junto al que los miembros de la organización armada fueron arrestados, el magistrado de la Audiencia Nacional señala directamente a una de las sedes del Partido Popular . La finalidad, expresa en la reciente sentencia, «era causar daños e impactar a la opinión pública , siempre dentro de los fines propios al objeto perseguido por dicha organización».
De Portugal a Galicia
Por su parte, los expertos en la lucha antiterrorista trabajan desde hace tiempo con la hipótesis de que Resistencia Galega cuenta con algún tipo de infraestructura estable en el país luso . En este sentido, los especialistas en Información de la Policía Nacional llegaron a detectar que la organización ha tenido en su poder artefactos explosivos elaborados y trasladados desde Portugal hasta Galicia.
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