Francisco Rodríguez infló el precio de una concesión al pedírselo Vendex

Antes de que el precio que los orensanos pagan por este servicio se incrementase, el concurso público tuvo que ser paralizado, algo que le comentó personalmente el asesor jurídico municipal al delegado de Vendex en Orense, Adrián Cordero, antes incluso de que se aprobase en la Junta de Gobierno local. El exedil de Servicios Generales y Contratación, José Martínez-Pedrayo le había insistido a Cordero en lo siguiente: «El alcalde está muy preocupado, que sepas que esto es cosa del alcalde».

«El jefe quiere hablar contigo. Esto se paró. Vamos a meter... ¿tú qué opinas, 70.000 u 80.000 euros más?», le pregunta la secretaria de Rodríguez a Cordero después de la paralización. Éste responde, tajante: «No, mejor mete 100.000». Preguntado por la magistrada, el exregidor reconoce que Vendex fue la única empresa a la que se le pidió opinión.

«El Uno» —apodo con el que era conocido el exregidor orensano— incluso le pedía al delegado de este grupo en Galicia —y uno de los supuestos cabecillas de la trama, José María Tutor — su opinión sobre otras empresas que concurrían a concursos públicos contra ellos. «¿Tutor qué era, su asesor? Porque mire que tienen asesores en los Ayuntamientos», le espeta, atónita, en un punto de la declaración, la magistrada. Tutor respondía al aprecio de Rodríguez llamándolo en conversaciones con Cordero «el calvito de las gafas».

Las llamadas para colocar gente son, precisamente, uno de los puntos de su declaración en los que Rodríguez miente y se desdice cuando la juez De Lara le muestra pruebas en contra. Asegura al principio que Adrián Cordero —con el que admite tener una relación cercana— siempre le llamaba a él para ofrecerle puestos vacantes, aunque cambia de opinión cuando la magistrada le enseña una llamada interceptada que había salido de su móvil.

También se contradice sobre la cercanía de su relación con el delegado de Vendex en Galicia. Al principio dice no conocerlo apenas, mientras que conforme va avanzando la declaración admite frecuentes encuentros en un bar cercano a su casa y llamadas a su teléfono personal.

En su declaración, Francisco Rodríguez también admitió haber enchufado en Vendex a varias personas, de las que solo recuerda a una, la que, en el momento de la declaración, se encargaba de la limpieza de los baños públicos del centro de Orense. El ex primer edil se justifica afirmando que la mujer venía de un «barrio marginal» de la ciudad y fue recomendada por su hermano, a quien el alcalde conocía. Aun así, el otrora alcalde insiste en que su labor como asesor de Recursos Humanos de Vendex no se limitó a «una persona sola».

Tras asegurarle a De Lara que «ahí» le iba a «decir toda la verdad», Rodríguez confiesa lo siguiente: «Cuando se produce una baja, Adrián [Cordero, delegado de Vendex en Orense] me tiene llamado y preguntado si conozco alguna persona que lo esté pasando mal, que esté en una situación desde el punto de vista humano mala». Lejos de arrepentirse, el exregidor asegura haber recomendado gente por ser él quien mejor sabe «cómo está la situación, por desgracia, en esta ciudad».