lino naranjo|meteogalicia
«El tren de borrascas está ligado a la ola de frío que sufrió EE.UU.»
Los expertos coinciden en señalar que los frentes que Galicia encadena son un fenómeno anómalo que, además, no garantiza una mejor primavera
p. abet
En una misma semana, Galicia ha encadenado un temporal tras otro. Primero fue «Petra», con vientos superiores a los 150 km/h, luego «Qumaira», igual de embravecida, y este viernes llega «Ruth». Una situación que mantiene a los gallegos pendientes de cada parte meteorológico. ABC ... habló sobre esta preocupación con Lino Naranjo, meteorólogo del servicio de Meteogalicia.
—Galicia lleva cerca de dos meses encadenando temporales, ¿se trata de una situación anómala en el plano meteorológico?
—Las borrascas son normales durante el invierno y los vientos fuertes y las lluvias también. De hecho, el invierno es la temporada del año más lluviosa en esta Comunidad. Lo que no es normal, y es completamente anómalo, es la frecuencia con la que se están formando estas borrascas y la intensidad que tienen.
—¿Y a qué puede deberse esta inestabilidad continuada?
—La explicación requiere de un análisis general porque las causas no están sobre nosotros. Se trata de algo que depende de la circulación general. De forma inmediata sí está claro que este encadenado de frentes tiene mucho que ver con las anomalías que se han registrado en el continente americano durante los últimos meses. Allí se han alcanzado temperaturas extremadamente frías y, de hecho, el vórtice polar se desplazó al sur sobre el continente americano. Eso de alguna forma está interconectado con nuestras borrascas porque ese aire frío, que se acumuló sobre el continente americano, se ha ido desplazando de cara al océano Atlántico, que es una masa de agua donde hay un anticiclón que es cálido. Ante ese contraste térmico, la atmósfera responde generando borrascas que tienen una energía inusual debido a que esa invasión de aire frío es bastante infrecuente.
—La Comunidad gallega está sufriendo rachas de vientos muy fuertes, de más de 150 kilómetros por hora. ¿Es el límite al que se va a llegar o la situación podría complicarse aún más?
—Es una pregunta muy difícil de contestar porque las previsiones más allá de cinco o seis días son muy complicadas de realizar. Lo que sabemos es que para las próximas jornadas se va a mantener la inestabilidad. De hecho, después del paso de esta borrasca llegará otra hoy y de cara al domingo probablemente otra más, aunque esperamos que sea un poco más débil. Por el momento no hay una señal clara de que las condiciones vayan a cambiar.
—¿Sufrir un invierno tan duro influirá en la primavera que nos espera?
—No, el efecto compensación no se puede tener en cuenta aquí porque la atmósfera tiene muy poca memoria. Todos esperamos una primavera mejor, pero es un acto de fe. Si ya es difícil hacer una previsión a diez días vista, hacerla a nivel estacional es muy complicado, no son para nada fiables.
—Se habla de frentes, borrascas, ciclogénesis... pero no se trata de lo mismo...
—Una borrasca es un ciclón, al igual que un huracán, porque son sistemas de bajas presiones que circulan alrededor de un centro. Los ciclones que se forman aquí tienen un origen en los contrastes térmicos. Se trata de sistemas frontales asociados que se llaman borrascas. En cuanto a la ciclogénesis, es una palabras que los meteorólogos usamos para referirnos a la formación de un ciclón. Cuando una borrasca se forma está en un proceso de ciclogénesis, pero cuando se forma y profundiza en un período de tiempo muy corto, bajando su presión central, hablamos de ciclogénesis explosiva. Es un término inglés, muy gráfico, que describe el desarrollo y la explosión final, porque el sistema se carga de una gran energía que es la que provoca el viento fuerte.
«El tren de borrascas está ligado a la ola de frío que sufrió EE.UU.»
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete