Críticos del PSOE vigués denuncian la «doble moral» del partido en la ciudad

El ejemplo no hay que buscarlo muy lejos. Al exalcalde socialista de Vigo Carlos González Príncipe se le abría un primer expediente el 29 de julio de 2011, por supuestas declaraciones en contra de cargos del partido en medios de comunicación y redes sociales. Una resolución posterior, fechada el 25 de abril de 2012, acordaba su suspensión cautelar como militante del PSOE a raíz de una nueva denuncia presentada por los socialistas olívicos. El exregidor está desde entonces amenazado de expulsión con motivo de su participación en un acto público con el conselleiro de Presidencia, el popular Alfonso Rueda, sobre el área metropolitana. Una intervención envuelta en polémica donde el que fuera primer edil de Vigo lamentó que el PSdeG no hubiese aprobado esa ley y hubiera «mareado la perdiz durante cuatro años», y en la que reprobó la actitud contraria del alcalde de Vigo a la normativa.

Sobre este último expediente el sector de la Alternativa Socialista de Vigo que lidera Gonzalo Caballero y que incluye a miembros del Comité Nacional Gallego y del Comité Provincial de Pontevedra del PSdeG-PSOE, advertía este jueves que es «una chapuza jurídica llena de vicios formales» que conlleva «falta de garantías» para él.

Un argumento lleno de razón, a su juicio, y que contraponen con el hecho de que las normas no se apliquen «de igual forma para todos». «En los casos más flagrantes de incumplimiento de los estatutos del partido», sitúa Gonzalo Caballero a Carmela Silva que sigue simultaneando su escaño en el Congreso con su asiento en la Corporación local viguesa como número dos del alcalde, el socialista Abel Caballero. Según reza elartículo 109 de los estatutos del PSdeG, sus afiliados «no podrán desempeñar, simultáneamente, más de un cargo institucional de elección directa» bajo advertencia de recurrir al «régimen disciplinario». Una norma, la de «un hombre, un cargo», que desde hace años incumple la teniente de alcalde de Vigo y diputada en el Congreso (entre otros cargos), Carmela Silva, mientras que los órganos de dirección del partido a nivel nacional y autonómico miran hacia otro lado.

Coincide además que antes de ser nombrado secretario general de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro, el pasado mes de septiembre durante su presencia en un acto en Vigo se declaraba a favor de la norma «una hombre, un cargo», por lo que el sector crítico espera que tome cartas en el asunto y haga valer los estatutos sobre los intereses personales.