Los embalses valencianos pierden en un año el equivalente al trasvase del Ebro

Según los últimos datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Medio Ambiente, los embalses de la Comunidad han perdido a lo largo del último año hidrológico –desde septiembre de 2013– el equivalente a un trasvase del Ebro. Antes de que el proyecto fuese derogado por el Ejecutivo del socialista Rodríguez Zapatero, en 2004, estaba previsto que la transferencia aportase 350 hectómetros cúbicos anuales a la Comunidad. En los últimos doce meses, los embalses del Júcar y del Segura se han dejado algo más, 370 hectómetros cúbicos, por la falta de lluvias.

Así, la cuenca del Júcar –la mayoritaria en la región– almacenaba ayer 1.337 hectómetros cúbicos (el 40% de su capacidad), tras perder 334 hectómetros desde el comienzo del año hidrológico. En cuanto al Segura –de la que depende la mitad sur de Alicante–, su reserva actual es de 691 hectómetros (el 60,5%), tras perder 74 en el último año.

Mientras, la cuenca del Ebro, aunque también ve mermada su reserva por la escasez de precipitaciones, almacenaba ayer 4.953 hectómetros (el 65,8% de su capacidad). Es decir, casi cuatro veces más que el Júcar, y siete veces más que el Segura.

La sequía está pasando una cara factura a la actividad agroalimentaria –uno de los motores de las exportaciones valencianas–, especialmente en la provincia de Alicante. La Unió de Llauradors calculó ayer unas pérdidas de más de 80 millones de euros en los campos alicantinos durante el año hidrológico que termina este mes, según el secretario de la asociación en la comarca alicantina de El Comtat, Gonzalo Cots.

El sindicato agrícola explicó que el cereal solo ha alcanzado el 20% de la cosecha habitual, y en algunas comarcas ni siquiera ha llegado a recogerse. En cuanto a la uva de mesa, la producción ha alcanzado el 50% del volumen normal, al igual que en el caso de la almendra.