DEPORTE FEMENINO
Risueña busca de la altura
Cristina Ferrando, saltadora de altura del Playas de Castellón, goza con el atletismo y toma referencia de Ruth Beitia para crecer
RAÚL COSÍN
Que la creencia sea que nada es imposible. Que la lucha diaria, la perseverancia, el querer crecer, el buscar ser mejor, el desear perfeccionar en lo que uno tiene entre manos, el optar por el camino del máximo esfuerzo, que todo ello permita superar uno ... y otro reto. Quien fuese debería recoger todo ello en su mochila vital, pero del todo es obligado para el deportista que quiere serlo desde sus adentros. Letra por letra así es Cristina Ferrando Forés (Benicarló, Castellón, 12/1/1992 ), que redondea esa filosofía con que «intento tomar la vida y mi deporte con entusiasmo y con alegría». Rotundamente risueña. Prefiere fortalecerse desde el gesto positivista. En la conversación con la atleta del Playas de Castellón siempre hay una sonrisa en cada respuesta, en cada momento en el que bucea por sus inicios, reflexiona sobre sus prioridades y escruta los objetivos futuros, sabiendo que en lo suyo, en el salto de altura, hay una grande como Ruth Beitia, a la que Cristina, de bien pequeña, cuando acudía a sus primeros campeonatos de España en categorías inferiores, pedía autógrafos y fotos, y ahora se ha ido situando en el circuito nacional absoluto justo por detrás de su gran referencia.
El atletismo le viene de cuna. En su casa se respira el deporte. Sus padres son jueces de atletismo. Su hermana, Beatriz, de hecho, compite en la misma disciplina. «Tengo el privilegio de que comparto prueba con mi hermana. Es un gran apoyo. Es tenerla en todas las competiciones o en las ligas, que vamos dos por prueba, y estamos las hermanas Ferrando», explica.
Cristina compaginó primero la natación y el atletismo. La condición física que ganaba en el agua le sirvió perfectamente para encajar ambos deportes. Pero con once años ya se sabía totalmente encantada por el atletismo. Se preparaba en el club de Benicarló «Baix Maestrat» con su padre. Tenía mucho talento.
Barrera psicológica
Finalizó con un buen tercer puesto en su primer campeonato de España al aire libre con trece años. En el nacional que le siguió ya se coronó. «En ese momento pensé: ‘Estoy quedando campeona de España y no estoy entrenando lo mismo que estas chicas que están en centros de alto rendimiento’. Entonces ya empecé fuerte». Y fruto de una decisión madura para su edad argumentó que quería irse a Castellón para crecer con el Playas y el entrenador Claudio Veneciano.
En adelante todo ha sido un continuo progreso. «Tenía muy claro que venía Castellón a entrenar duro y a luchar por lo que a mí gustaba y que me ilusiona. El atletismo y mis estudios -ha acabado Enfermería- eran y son mis prioridades», significa la atleta.
Cristina cuenta sobre su disciplina que es «técnica, física y muy psicológica. Hay mucho trabajo detrás; como en todos los deportes. Tienes que tener mucha confianza en ti mismo. Saber que puedes superarlo. Te da igual una marca u otra. Hay barreras psicológicas, pero se pueden superar trabajando y siendo constante. No me pongo techo. ¿Puede asustar el 2,02 de Ruth? Desde luego que impone, pero hay que pensar que no hay nada imposible».
Visualiza retos
Aprende del día a día. Cinco jornadas de entrenamiento de más de tres horas en «Penyeta Roja» entre técnica y física. Escucha a su entrenador. Respira las experiencias de sus compañeros. Obviamente toma nota de Beitia o Blanka Vlasic. Pero lo de Ruth es otra cosa: «Siempre ha sido un ídolo. Es la mejor saltadora de altura que ha tenido España. El poder ahora compartir concentraciones con ella, compitiendo con ella, pues a una persona que cuando eras pequeña le estabas pidiendo autógrafos, es un orgullo; casi no te lo crees. Cuando empecé a ir a campeonatos de España, ella hizo el récord de España de 2,02. Como compañera es muy simpática con todos, siempre tiene la sonrisa en la cara, siempre anima a todo el mundo».
La benicarlanda tiene, lógicamente su propios retos y visualiza su crecimiento: «Tengo una marca, a corto-medio plazo, en mente: mejorar mi 1,84 y hacer 1,85. Y a partir de ahí poder hacer mínimas para ir a campeonatos internacionales absolutos. Pero técnicamente, más allá de una marca, queremos ajustar algunos aspectos de la carrera».
Ferrando logró la plata en el último campeonato de España en pista cubierta con un salto de 1,82 metros. Por detrás sólo de Beitia. En junio, en Sierra Nevada, subió a 1,83. A la espalda también lleva unos Juegos del Mediterráneo. Dispuesta está a darlo todo por su club, uno de los grandes como es el Playas, y el atletismo, que le ha dado «valores, madurez, experiencias, viajes y muchos amigos». ¿Piensa en Río? No renuncia a nada, pero sólo piensa, risueña, en poder disfrutar de su deporte.
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