Carlos Osoro sigue con su «peregrinación» a la espera de la llamada del Papa

Fuentes oficiales del Arzopispado de Valencia señalaron a este periódico que «no tienen constancia» del futuro nombramiento de Osoro ni de su sustituto y precisaron que mantiene su agenda para visitar diferentes localidades de la provincia conforme estaba previsto hasta, al menos, el próximo lunes. El viaje que Osoro había planificado inicialmente para visitar Tierra Santa la próxima semana ya se había cancelado por el conflicto armado en la franja de Gaza.

Ajeno a la expectación que ha generado su futura designación al frente de la Diócesis madrileña, el prelado realizó este miércoles una visita «por sorpresa» a un campamento que han organizado un grupo de seminaristas en el municipio de Moncada junto a discapacitados. Fiel a su compromiso de estar al lado de los colectivos más desfavorecidos, Osoro volvió el jueves al campamento para celebrar la Eucaristía. Durante estas visitas, monseñor se interesó por «conocer la realidad de los participantes y hablar con ellos, así como conocer la experiencia de los voluntarios», según relataron los propios seminaristas. Ayer, cuando había trascendido públicamente que se perfilaba como nuevo arzobispo de Madrid, Osoro optó por mantener su costumbre de visitar localidades de su Diócesis y compartir las celebraciones religiosas con los vecinos.

Recta final en Valencia

La cita de ayer tenía una connotación especial, al tratarse del acto que marca la recta final de su estancia en Valencia, adonde llegó en enero de 2009 tras ser nombrado por el Papa Benedicto XVI . Osoro presidió la dedicación de la iglesia parroquial de Villargordo del Cabriel, del siglo XVI, y la consagración de su nuevo altar, que sustituye al destruido en la persecución religiosa de 1936. Desde entonces, la parroquia ha permanecido 78 años con un altar portátil.

El prelado realizó la unción con santo crisma de la nueva mesa del altar y seis sacerdotes, que han sido párrocos de la localidad en los últimos cincuenta años, ungieron las doce cruces que hay en las paredes del templo, según explicó a la agencia AVAN José María Martínez Cuartero, actual párroco.

Ahora, el templo parroquial cuenta, «gracias al esfuerzo económico y apoyo de todos los vecinos», con un altar fijo de mármol y un nuevo retablo de madera policromada que ha sido consagrado por monseñor Osoro. El arzobispo, quien desde su llegada a Valencia ha mostrado interés por participar de las tradiciones locales, firmó en el libro de honor en el Ayuntamiento y presenció una danza.