Entrevista a Anna Vall Rius, experta en mediación
«La crisis nos puede hacer más irascibles»
La experta en mediación destaca la importancia de esta herramienta en situaciones de conflictos frecuentes
Anna Vall Rius es la coordinadora del Centro de Mediación y del Máster de Mediación del Colegio de Abogados de Valencia. Además participará como docente en el curso online de mediación que la Universidad Internacional Valenciana (VIU) impartirá en noviembre junto a ANEFAM (Asociación para la Atención de las Necesidades de Familias y Menores) con el título ‘Experto en Mediación y Transformaciones de Conflictos. Cultura de paz’, cuyo plazo de matrícula se abre este lunes a través de www.viu.es .
-Como experta en mediación, ¿la actual situación de crisis, con sus consecuencias concretas como los desahucios, Eres, etc, hace más necesaria que nunca la mediación?
La mediación nace precisamente con el objetivo de gestionar y solucionar conflictos y desencuentros de forma positiva y útil para todas las partes. En situaciones de cierta convulsión y de conflictos frecuentes, tiene más sentido que nunca, ya que puede convertirse en una herramienta imprescindible para aproximar posturas y encontrar salidas razonables, construidas por las propias personas, que son los que mejor conocen la situación. Descubrir, a través del diálogo, cuáles son sus intereses y necesidades, ponerlos en común y satisfacerlos de forma consensuada, supone un paso muy importante para superar el conflicto.
-¿Estar en crisis equivale a una mayor conflictividad?
Según algunos sociólogos, esta crisis no tiene un mero calado económico, sino que afecta a toda nuestra estructura social, laboral y cultural, incluso, a nuestra forma de enfocar la vida y la forma de relacionarnos con los demás.
Cada uno de nosotros, al final del día, suma un número considerable de pequeños conflictos, pero disponemos de habilidades personales suficientes para superarlos. Si estos conflictos o las problemáticas de tipo socio-económico o laborales, crecen y afectan a elementos que son básicos para nuestra subsistencia o para nuestra estima personal, evidentemente estaremos a disgusto, irascibles y propensos a discutir y a entrar o a crear nuevos conflictos con mayor facilidad, creándose una dinámica perversa de escalada del conflicto.
-¿En qué ámbitos concretos puede ser más eficaz la mediación para una resolución ágil y satisfactoria de todas las partes?
La mediación como filosofía de gestión pacífica y colaborativa de conflictos, en principio, es aplicable a todos los ámbitos de las relaciones humanas en que pueden producirse discrepancias. Su utilidad es mucha y su aplicación debería ser imprescindible en todos aquellos casos en que las partes en conflicto deban seguir manteniendo una relación más allá del conflicto y que necesitan, precisamente, sanar, preservar y conservar esa relación en el presente y en el futuro: familia, vecinos, amigos, relaciones contractuales….
¿Es condición sine qua non para una buena mediación que haya una voluntad de acuerdo entre las partes en conflicto o puede replantearse su intervención ante posturas totalmente opuestas?
En general, la mediación es más eficaz y tiene mayores probabilidades de finalizar con un acuerdo entre las partes, si ambas muestran voluntad de acuerdo.
Pero la mediación como proceso que hace posible la comunicación y el diálogo, es una herramienta muy potente para facilitar ese diálogo, incluso, entre las personas que han perdido la capacidad de hablar y de comunicarse con normalidad. Es recomendable su aplicación en casos en que las posturas de las partes aparecen como inicialmente opuestas, ya que a través del proceso de facilitación del diálogo y del estímulo de la comprensión mutua, las partes pueden conseguir el consenso, a veces sobre todos los puntos en discrepancia, a veces sólo sobre algunos de esos puntos, pero en todo caso, ese acercamiento de posturas, esa mejora de la comunicación y esos pequeños acuerdos y compromisos, pueden ser muy importantes para esas personas.
¿Garantizan la legislación estatal y autonómica el correcto funcionamiento de la mediación?
La legislación estatal y autonómica crea un marco normativo que reconoce la mediación, el respeto a sus características fundamentales, la figura del mediador y la función que puede desarrollar en nuestra sociedad. No soy partidaria de regularla en exceso, ya que puede ser contraproducente, sobre todo, si eso supone limitarla, encorsetarla o convertirla en una figura jurídica más, perdiendo su naturaleza flexible, su capacidad de adaptación y su virtud de facilitar una respuesta útil a las circunstancias concretas de cada caso y situación.
¿Qué diferencia hay entre la mediación y el arbitraje?
En la mediación el tercero mediador facilita la comunicación entre las partes y la identificación y comprensión de sus intereses y necesidades, para que, por ellas mismas, construyan el mejor acuerdo a sus discrepancias. Por ello el acuerdo es responsabilidad plena de las partes, el mediador no impone ni propone nada.
En el arbitraje, en cambio, el árbitro estudia el caso y dicta la solución o laudo, que considera más adecuado para solucionar el problema o discrepancia que se ha sometido a su arbitrio (ya sea en base a su buen entender y su sentido de lo justo, en el arbitraje de equidad o en base a la normativa aplicable al caso, en el supuesto de arbitraje de derecho).
¿Puede convertirse la mediación en un oficio de futuro?
La mediación ofrece una respuesta útil a las nuevas necesidades de la sociedad actual. Supone un avance hacia el tratamiento pacífico de nuestras diferencias, la aplicación de la razón, del sentido común y la asunción de responsabilidad y de protagonismo en la gestión y superación de nuestros propios conflictos.
La mediación ha entrado en nuestra sociedad de forma progresiva y no tiene vuelta atrás. Supone un nuevo paradigma, un cambio cultural, que poco a poco irá impregnando nuestra sociedad. Este cambio y esta nueva mirada de la sociedad hacia la mediación va a requerir, en un futuro próximo, nuevos profesionales mediadores, que tengan una preparación adecuada y puedan garantizar su correcta aplicación, de forma que esta nueva metodología, despliegue todas sus virtudes y ayude a las personas a superar positivamente toda situación de conflicto
¿Utilizan los políticos en España o, en general, la mediación para resolver sus controversias? ¿Puede citarnos un ejemplo de buena mediación habido en España a raíz de un tema de actualidad?
Aunque han transcurrido más de doce años desde las primeras leyes autonómicas, la mediación, es todavía una novedad y un recurso reciente, sobre todo si la comparamos con el sistema tradicional de justicia. Por ello su implantación, aunque progresiva, no está todavía generalizada.
No obstante, es cierto que algunos políticos e incluso personajes muy conocidos públicamente (del mundo del deporte, de las artes, de la cultura, de la política…) han utilizado y utilizan la mediación en la gestión de sus discrepancias interpersonales e incluso profesionales. Pero como una de las características y ventajas fundamentales de la mediación es la confidencialidad, son casos que no se hacen públicos, sino que son abordados con total discreción. Circunstancia positiva, que también tienen en consideración las partes, como una ventaja para escoger la vía de la mediación.
Hace unos meses saltó a la palestra “una mediación” en un conflicto muy conocido públicamente en el que estaba implicada una importante aerolínea española, pero en realidad, más que mediación, en puridad de términos, posiblemente era más apropiado hablar de un arbitraje, que de una mediación.
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