Por una Declaración de Renta justa

Por un lado, los ciudadanos se encontrarán con la eliminación de desgravaciones. Por otra parte, soportarán el restablecimiento del Impuesto de Patrimonio. Todo ello se suma al hecho de la falta de equidad de la normativa fiscal . Si, en su aplicación, se produce un error imputable a la Administración, no contempla sanción alguna. En cambio, si incurre en ese fallo el ciudadano, inmediatamente le imponen la sanción correspondiente.

A pesar de la gravedad de esa situación, ni mucho menos constituye la única en la que no existe reciprocidad. En algunos tributos transferidos, como el Impuesto de Patrimonio o el de Actos Jurídicos Documentados, la valoración de la Hacienda autonómica supera, en dem asia das ocasiones, el precio real de la transacción sin que el afectado pueda pedirle a ese organismo que ejerza el retracto y abone la cantidad del valor determinado por el citado organismo.

Sucede algo parecido con el Impuesto de Bienes Inmuebles, ya que actualmente los valores catastrales en muchos municipios se sitúan muy por encima del precio real de mercado de los mismos.

Entiendo que todos debemos contribuir en la medida de nuestras posibilidades al sostenimiento del Estado, pero hemos de hacerlo de una forma justa y no de la manera confiscatoria en la que en la actualidad está regulada la aportación de los ciudadanos a la hacienda pública.