El juez mantiene el informe de alcoholemia del accidente mortal de Blasco Ibáñez

El abogado de la procesada pidió la nulidad de esta prueba en una vista que tuvo lugar hace algo más de un mes , que quedó suspendida sin fecha hasta resolverse ésta y otras cuestiones. La acusada, B.G.S., de 22 años en el momento del incidente, arrojó un resultado positivo de 1,10 gramos de alcohol etílico por litro de sangre , lo que supone que casi cuadruplicó la tasa permitida , que se estima en 0,30 g/l para conductores nóveles, como era su caso.

Su abogado solicitó hace algo más de un mes, el día en que tenía que haber comenzado el juicio por estos hechos en la Ciudad de la Justicia, que el magistrado anulara la analítica de sangre practicada a su defendida y que se retirase del procedimiento , al cuestionar la forma en la que se obtuvo. En concreto, alegó que su representada, quien se enfrenta a una pena de cuatro años de prisión, vio vulnerada su derecho a la intimidad y su derecho a la no autoincriminación, ya que, tal y como consta en el atestado policial, a la joven se le indicó que debía someterse a la prueba porque o, de lo contrario, cometería un delito de seguridad vial y de desobediencia.

Al respecto, el abogado incidió en que esta prueba es "voluntaria", con lo que se mintió a la joven . Sobre esta petición de nulidad, tanto la fiscal como los letrados de las tres acusaciones particulares se opusieron, y mientras que el ministerio público dijo que primero había que escuchar a la acusada para determinar si se sintió coaccionada, las acusaciones negaron que se cometiera algún tipo de irregularidad y achacaron lo redactado en el atestado a que no disponían de los medios formales para ello, pero incidieron en que esto no significaba que se cometiera ningún delito, ni que se coaccionara a nadie.

El juez, t ras estudiar todas las alegaciones, ha decidido mantener para el juicio la prueba de alcoholemia , y ha afirmado que no se pronunciará sobre la petición de nulidad, formulada por el letrado de la acusada, hasta que dicte sentencia, han indicado las mismas fuentes a Europa Press.

En la actualidad se están haciendo los trámites para poder practicar la prueba en Tráfico , con el objeto de estudiar el funcionamiento de los semáforos en la avenida en la que tuvo lugar el accidente. El abogado de la joven acusada solicitó también al juez esta prueba al cuestionar el ajuste intempestivo de las ondas verdes de los semáforos.

Según consta en la calificación de la fiscal, la joven sobrepasó ocho semáforos en fase roja hasta que finalmente colisionó con el vehículo en el que viajaban las víctimas . Frente a este argumento, la fiscal afirmó que le constaba una declaración del encargado de tráfico del Ayuntamiento en la que corroboraba el buen funcionamiento de los semáforos: "las ondas semafóricas funcionaban correctamente", mantuvo.

El juicio por estos hechos estaba previsto para el 23 de noviembre, pero tuvo que suspenderse ante los diferentes planteamientos realizados por las partes, en especial, por el abogado de la joven, Javier Boix. Todavía no se ha fijado ninguna fecha para la vista, ya que se está a la espera de la prueba de Tráfico. La joven se enfrenta, tal y como solicita el ministerio fiscal, a una pena de cuatro años de prisión por dos delitos de homicidio por imprudencia grave, un delito de lesiones por imprudencia grave, y un delito de conducción con temeridad. Asimismo, le solicita indemnizaciones que ascienden a los 265.000 euros para los familiares de las víctimas.

El accidente tuvo lugar pasadas las 23.30 horas del día 16 de noviembre en la Avenida Blasco Ibáñez, cuando la acusada , tras rebasar hasta ocho semáforos en fase roja --según recoge la fiscal-- y en estado de embriaguez , chocó contra otro vehículo en el que viajaban tres personas, dos de las cuales fallecieron, y otra resultó herida con policontusoines y traumatismo abdominal.