Una Roma moderna y decadente llega al Gran Teatre del Liceu con «Agrippina»
La obra maestra de Händel se estrena hoy en un montaje de David McVicar
pablo meléndez-haddad
El Liceu despliega velas. El sábado levanta el telón su temporada lírica de la mano de las intrigas palaciegas y de la sed de poder de dos mujeres fascinantes, Agrippina y Poppea, las protagonistas de la ópera de Händel «Agrippina», ... cuatro horas de la mejor música del autor de «El Mesías» en un montaje de David McVicar que ya se ha paseado por Bruselas, París y Londres desde su estreno en 1999.
Se trata de una visión en clave moderna del título barroco, con vestuarios y dirección de actores actuales, pero que no pretende trasladar la acción «al centro del poder mundial de hoy, que es Estados Unidos: la idea es jugar a que Roma nunca cayó como imperio e imaginar cómo sería si hoy seguiría siendo el centro del poder», apunta McVicar, quien ha sido aclamado en el Liceu por sus dos anteriores propuestas, «Manon» y «Adriana Lecouvreur». El regista es un entusiasta del título: «Händel la estrenó en Venecia y está adaptada para los gustos de la época y de esa ciudad; es una obra cínica, hilarante, una comedia, con mucho componente político y sexual, pero una comedia al fin. La obra satirizaba la corte romana de la época, y es lo que pretende el montaje». Dice que se trata de un gran espectáculo «a la manera de un musical, con mucho movimiento y coreografías. La idea es conectar con el público de hoy».
John Macfarlane, responsable de la escenografía y del vestuario, apunta que «vestir a estas dos mujeres es un reto, ya que muestran tanto su cara pública como privada. La revista “Hola” nos ha servido en todo esto: alguna lleva puesto un clásico como Balenciaga . En cada reposición hemos tenido que actualizar tanto el vestuario como detalles de atrezzo, como pueden ser los teléfonos móviles, ya que los de ahora no son los mismos de los que había en el estreno».
Sarah Connolly será Agrippina, quien explica que su personaje «le habla directamente al público, de tú a tú. Es una partitura genial y la acción nunca decae. Los personajes de Agrippina y Poppea son inmorales y siempre están en conflicto». Su rival será la soprano Danielle de Niese, quien debuta en el Liceu: «En 2004 ya canté este papel en Venecia pero en la versión de Monteverdi, en “L’Incoronazione di Poppea” y creo que ambas Poppeas tienen muchas cosas en común. Es una trepa, aunque se presenta como una buena persona. En todo caso, nunca se verá un personaje händeliano de un solo perfil. Esta ópera presenta una batalla continua entre dos campos, hay una constante ambición política y estas dos mujeres se pelean cada una con sus armas».
El contratenor David Daniels será Ottone, «papel que debuto, pero sí lo he hecho en la versión de Monteverdi, que lo dibuja mucho más patético». Junto a ellos estarán Franz-Josef Selig y Malena Ernman, entre otros, responsables de las seis funciones, todos bajo la dirección musical de Harry Bicket, quien califica a esta ópera como de «notable obra de arte».
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