El Liceu afronta la crisis con las mejores voces del mundo

Como medida de ahorro, el Liceu cesará la actividad en julio de 2014 y en el próximo mes de septiembre: después de los conciertos verdianos (entre el 30 de septiembre y el 21 de octubre), la primera ópera no llegará hasta mediados de noviembre, y con un título barroco: «Agrippina», de Händel, estreno local. En total serán solo ocho óperas, dos de ellas en un programa doble, noticia que llega en plena negociación del convenio colectivo de la casa.

«Guerra interna»

Por esta causa, y en plena «guerra interna», el comité de empresa liceísta dio a conocer un breve comunicado en el que los trabajadores se lamentan del recorte de actividad y de los honorarios del nuevo director musical, Josep Pons: «Lo que nos sorprende es que nos hemos enterado de que el maestro Pons recibirá una subida en su retribución en un momento en que los trabajadores estamos haciendo un gran esfuerzo económico y de flexibilidad en las negociaciones con la empresa para conseguir que el teatro sea sostenible y pueda dar un servicio cultural como es debido. Todo apunta a que este esfuerzo está destinado a seguir llenando los bolsillos de unos cuantos, más que a dar este servicio y calidad que todos deseamos, sobre todo si evaluamos los resultados del Proyecto Pons en la temporada actual», aduciendo a que los conciertos que han hecho los cuerpos estables del Liceu en el Palau la Música no ha vendido ni el 10 por cien del aforo.

Pons es uno de los fichajes de Joan Francesc Marco, director general del Gran Teatre que en julio culmina su contrato —uno de los nombres que sonaba para reemplazarlo era el de Xavier Solà, ex secretario general de Cultura de la Generalitat que está siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción—, pero en la rueda de prensa tanto Pons como Marco y el director artístico del Liceu, Joan Matabosch, negaron unánimamente las afirmaciones de los trabajadores: «Esto es falso, es una calumnia».

De Wagner a Manuel de Falla

En cuanto al repertorio, la temporada es sorprendentemente ecléctica: salvo por «Tosca» y «La Walkyria», el resto son auténticas novedades, comenzando por la «Agrippina» inaugural (De Niese, Daniels / Jacobs, McVicar) y a la que se unen el estreno en España de «Cendrillon» (Massenet. Dos repartos, 10 funciones, DiDonato, Podles, Naouri / A. Davies, Pélly, nueva coproducción con Londres, Bruselas y Lille), «La Sonnambula» (dos repartos, 12 funciones, Flórez, Damrau / Albelo, Ciofi; Oren, Marelli), «La ciudad invisible de Kitege» (Rimski-Kórsakov. Pons, Tcherniakov, nueva coproducción con Ámsterdam y Milán); y el programa doble formado por «Il Prigioniero» y «Suor Angelica» (Dallapicola y Puccini. Frittoli, Zajick / Pasqual; coproducción con el Real de Madrid).

En cuanto a las citadas «Tosca » y «Walkyria», en la primera se contará con tres repartos para las 15 funciones programadas (Baykov, De León, Kim / Radvanovsky, Serafin, Cedolins; Asignan, Azorín, nueva coproducción con Sevilla y Buenos Aires), mientras que en la obra de Wagner, y continuando con el «Ring» de Robert Carsen que comienza a desgranarse este mes de abril, se espera a dos repartos encabezados por Klaus Florian Vogt, Albert Dohmen, Anja Kampe, Iréne Theorin, Eva-Maria Westbroek, Catherine Foster y Erik Halfvarson.

En concierto solo se incluye la cantata escénica «Atlàntida», de Manuel de Falla, oferta a la que se unen conciertos o recitales de Philippe Jaroussky, Edita Gruberova, Jonas Kaufmann, Juan Pons (homenaje), Angela Gheorghiu con Samir Pirgu, Nina Stemme y Angela Denoke, además del debut de Anja Harteros. A todo ello se suma una única función del espectáculo para jóvenes “Così FUN tutte” y ocho espectáculos del Petit Liceu.

El presupuesto es de 39 millones de euros (un 47,48 por cien de aportaciones públicas), ante los 45 de la temporada en curso que finalmente quedó en 42.