Mas responde al Síndic y niega que en Cataluña «se pase hambre»

Tras la reunión extraordinaria del Ejecutivo, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, anunció la prórroga de los presupuestos de 2012 hasta finales de este año, lo que, como él mismo admitió, limitará la posibilidad de que el gobierno catalán haga gastos extras hasta finales de año, como aumentar las becas para comedor o revisar al alza la asignación de la Renda Mínima de Inserción (RMI), por ejemplo, algo que le pidió el Síndic . «Les he dicho a las consejerías que de aquí a final de año no se pueden permitir ninguna alegría», explicó.

Pero además, tampoco se intuye ningún cambio a juzgar por la contestación que hizo Mas al ser preguntado por el informe del Síndic. De entrada, admitió que hay casos de malnutrición en Cataluña y que se deben combatir, pero negó que «se pase hambre». «No hay que confundir las cosas: en Cataluña hay más gente que lo pasa mal que años atrás como consecuencia de la crisis, pero que en Cataluña se pasa hambre no es verdad», sentenció. De hecho, también el propio Ribó negó que se pase hambre.

El presidente de la Generalitat argumentó que el informe del Síndic demuestra que en Cataluña hay malnutrición, como «en todas las sociedades avanzadas», pero destacó que también demuestra que la Generalitat no ha disminuido el presupuesto en «urgencias sociales».

Pero lo que no contestó Mas fue la petición que le hizo el Síndic. Que aumenten los recursos, como las becas para comedor, y que no se escuden en los recortes presupuestarios para no hacerlo. Y es que, como argumentó Ribó, las ayudas se mantienen, en el mejor de los casos, pero el problema crece. Como lo demuestra el hecho de que aumenta la tasa de pobreza o que las becas para comedor sólo hayan cubierto en el curso 2012/2013 a un 24% de los que se estima que lo necesitan, por un 35% en el curso 2008/2009.

Mas, pues, no pareció darse por aludido por el informe del Síndic. Como tampoco la consejera de Bienestar y Familia, Neus Munté. Tachó de «inaceptable» que 50.000 niños catalanes sufran malnutrición y reiteró que las políticas sociales serán el principal eje de los futuros presupuestos de la Generalitat. «Un ejercicio de cinismo», le afeó el portavoz de Ciutadans en el Parlament, Jordi Cañas, que censuró que el Govern destine 32 millones de euros en becas comedor y se gaste «más de 87 millones en el sarcófago de El Born para celebrar el tricentenario de 1714». Y anunció que presentarán una propuesta para doblar las becas comedor.

El informe del Síndic propició más reacciones políticas. La coordinadora nacional de ICV, Dolors Camats, anunció que pedirán la comparecencia «urgente», este mes de agosto, en el Parlament de los consejeros de Bienestar, Neus Munté; de Enseñanza, Irene Rigau, y de Economía, Andreu Mas-Colell, para explicar qué medidas se están tomando contra la pobreza infantil. También pidió una reunión inmediata de la Mesa por la Infancia.

En el PPC, el presidente del su grupo municipal en Barcelona, Alberto Fernández, reclamó «un programa de actuación urgente de detección de la malnutrición de niños de 0 a 3 años en la ciudad de Barcelona».

El edil popular denunció que el Gobierno municipal no ha avisado a las guarderías y jardines de infancia con alumnos de 0 a 3 años para que detecten posibles problemas de malnutrición, a diferencia de lo que ha hecho con algunas escuelas de educación obligatoria.