Corcovo Roble 2012, un vino tinto que sedujo a 1.000 catadores

Este tinto, 100% tempranillo y criado durante tres meses en barricas nuevas de roble, supo seducir a los 1.000 catadores que formaban parte del jurado. «Su intenso aroma de frutos rojos, su enorme carga frutal en boca, su color rojo con acentuados matices violáceos y morados, y su cuerpo carnoso y estructurado», tal y como lo define el director técnico de los vinos Corcovo , Juan Antonio Megía, fueron clave a la hora de «enganchar» al jurado integrado por catadores profesionales y aficionados.

«Corcovo Roble 2012 es un vino muy estructurado y muy sabroso, cuya calidad viene determinada por el exhaustivo y esmerado control de los viñedos», como explica Juan Antonio Megía, quien recalca que «el intenso trabajo de campo consiste en saber cuándo es el momento óptimo de vendimia de cada parcela y tener previsto qué tipo de vino vamos a elaborar con las uvas recolectadas cada día».

Aunque Bodegas J.A. Megía e Hijos ha participado en ediciones anteriores del Concurso Regional de Vinos «Tierra del Quijote» , en 2014 ha recibido dos premios, ya que, además del Corcovo Roble 2012, el Verdejo 2013 consiguió el «Quijote de Plata» en la categoría de blancos. Por eso, Megía reconoce que la demanda de estos vinos ha aumentado tras los premios conseguidos, que se suman a los obtenidos en otros certámenes.

Bodegas J.A. Megía e Hijos de Valdepeñas elabora actualmente una variada y completa gama de vinos de calidad, siendo su marca emblemática Corcovo , «unos vinos muy apreciados por el público debido a la excelente relación calidad-precio», recalcan desde la bodega.

La producción anual de esta bodega ronda los 800.000 litros y sus vinos se comercializan en distintos puntos de España como Levante, Madrid, zona centro, Andalucía o toda Castilla-La Mancha, además de exportarse a la Unión Europea, Canadá, China, Taiwán o Nigeria.

Dentro de la bodega, destaca su centenaria cueva de crianza situada a 13 metros de profundidad y excavada en roca, donde los vinos son envejecidos en unas condiciones óptimas de humedad y temperatura, constantes durante todo el año.

Junto a ello, también resalta su moderna nave de vinificación y fermentación, equipada con equipos de última generación que permiten elaborar los vinos «de una forma muy personal, y donde la mano del enólogo es tan importante como la tecnología», apuntan los responsables de esta bodega de Valdepeñas.