Los toreros vallisoletanos defienden el Toro de la Vega

Según informa Ical, para Manolo Sánchez lo más importante es el respeto a la tradición de Tordesillas y a los miles de municipios de toda España que celebran festejos populares taurinos. «Existen cosas que siendo realmente graves nadie se preocupa por ellas y ahora nos intentan hacer creer que a todo el mundo le preocupa el Toro de la Vega», explica. Además, Sánchez argumenta que hay animales que desde que nacen sufren mucho más que los toros, que «antes de morir al menos disfrutan de la libertad y de la naturaleza durante cuatro años».

Por su parte, Jose Miguel Pérez, «Joselillo», destaca que es un espectáculo totalmente distinto a la lidia en una plaza de toros. «Antes de opinar sobre el Toro de la Vega es necesario conocer el reglamento y las normas por las que se rige esta tradición. Yo tengo claro que si los participantes las cumplen y las respeta estamos ante un espectáculo de pureza y de verdad, digno del mayor de los respeto y donde participantes se enfrentan cara a cara al toro».

Al mismo tiempo, destaca que los estudios científicos han demostrado que el sufrimiento del toro en la plaza o en un encierro «es mucho menor del que se pensaba» y asegura que no entiende los principios de ciertos grupos sociales a los que parece preocupar más la vida de los animales que la de los hombres. «Muchos de estos grupos antitaurinos o animalistas lo único que buscan es la humanización de los animales y la deshumanización del hombre, algo a lo que yo me opongo radicalmente», sentencia.

En una línea similar se pronuncia Leandro Marcos, que además de insistir en el respeto a «la tradición centenaria de un pueblo», afirma que lo fundamental en todo este asunto es el respeto a la libertad. «Mal va una sociedad que dedica tanto espacio en los medios de comunicación a debatir sobre el Toro de la Vega cuando miles de ciudadanos lo están pasando mal y cuando hay países en los que la gente se muere de hambre», asevera.

Por su parte, el diestro Jorge Manrique también pone el acento en la necesidad de que Tordesillas conserve sus tradiciones por encima de la «presión de unos pocos que hacen mucho ruido».