López «revienta» el PSCL al liderar la dimisión de la mayoría de la Ejecutiva

Tras una «jugada» prácticamente idéntica al «ensayo» que realizó en Ávila para fulminar al rebelde Tomás Blanco y a falta de verificar las firmas de dimisión, el siguiente paso será la creación de una gestora que –paradójicamente– decidirá el propio López en su condición de número 3 del PSOE. Será ese nuevo organismo el que convoque el Congreso Extraordinario de la formación donde, en teoría, aspirará a ocupar la secretaría general que ya fue suya antes de ser «fichado» por Rubalcaba en Ferraz.

El movimiento del también portavoz socialista en las Cortes de Castilla y León ha causado un hondo malestar entre los partidarios de Villarrubia y llega pocos días después de que su «jefe» en Madrid convocara el Congreso en el que, presumiblemente, se iba a quedar fuera de la cúpula del partido. Esta situación puede estar detrás de la estrategia de López que, en todo caso, cuenta con el respaldo de la mayoría de la Ejecutiva y de buena parte de las provincias y al que ayer también se sumaron el procurador José Francisco Martín y la eurodiputada Iratxe García.

Antes de conocer la renuncia de los 25 miembros afines a López, el también diputado Julio Villarrubia explicaba en rueda de Prensa –sin imaginarse lo que iba a pasar– que la Comisión Ejecutiva había decidido convocar un Comité Autonómico para votar si se convocaba el Congreso Extraordinario –que él negaba– o simplemente se adelantaban las primarias a septiembre. La propuesta de López pasaba además por celebrar el cónclave en las mismas fechas que el federal –el 19 y 20 de julio–.

Fuentes cercanas al segoviano explicaron a este periódico que la solución planteada por el palentino era «demasiado simplista» al considerar que no se podía esperar a lo que dijera «otro órgano más» que congrega a más de 200 personas y que era «necesario dar ya la voz a los militantes». Mientras, desde el otro «bando» aseguraron que López se había «cargado» el partido con su estrategia. «Lo ha reventado para buscar una escapatoria», insistían, al tiempo que calificaban de «inaceptable» lo sucedido.

Antes de que se conocieran las dimisiones, que cogieron desprevenidos a los «villarrubistas, incluidos su jefe, el palentino trató de resistirse a cualquier cambio al recordar que llevaba poco tiempo en la secretaría general. Ante sus dudas, le acusaron de tener miedo a que los socialistas hablaran con el voto. Y es que la propuesta de los «lopecistas» también incluía la máxima tan de moda en los últimos días de que cualquier decisión –tanto en el congreso como en las primarias– siga la línea de «un voto, un militante», que sí planteó y asumió Villarrubia.

Además, entre los motivos esgrimidos por López para pedir el congreso citó expresamente el problema añadido que existe en Castilla y León León por la existencia y la convivencia de una «bicefalia» que arrancó con buen pie y que se ha ido convirtiendo en un problema irresoluble para los socialistas de la Comunidad.