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muere isabel carrasco

«¡Pero cómo se van a cargar a la presidenta; no puede ser verdad!»

Dolor e indignación entre los leoneses y vecinos de Carrasco ante un suceso que no se explican

«¡Pero cómo se van a cargar a la presidenta; no puede ser verdad!» ical

j.m.ayala

La veía todos los días por aquí y ahora está muerta. No puede ser verdad. Me tiembla todo». Las palabras de Raquel, vecina de la presidenta de la Diputación de León asesinada vilmente ayer en su ciudad, son sólo una muestra del inmenso dolor, ... mezclado con la sorpresa y la indignación, que pocos minutos después del crimen expresaban cientos de vecinos agolpados a pocos metros del cadáver de Isabel Carrasco. Familias enteras, jóvenes, grupos de ancianos y matrimonios componían de forma espontánea un primer velatorio improvisado a pie de calle en homenaje a una política de «casta, vehemente y que nunca se callaba», según reconocía Julián, un jubilado que no dudaba en calificarla como «la mejor».

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