Accidente en Gredos: «Había mucha gente y nieve blanda, sabíamos que iba a pasar algo»

«Al loro que promete», había advertido a sus compañeros el viernes, consciente de que el riesgo se dispara con la llegada masiva de visitantes pero sin poder imaginarse una tragedia así. «Somos como los caracoles y en cuanto mejora el tiempo salimos disparados», explica Vicario, que recuerda cómo ya desde primera hora del sábado los alpinistas parecían regueros de «hormigas» y muchas zonas estaban «hasta la bandera» después de un duro invierno marcado por la oleada de temporales y ciclogénesis explosivas. Como en plena «temporada alta», el refugio Elola colgó el cartel de completo y Gredos parecía más bien «una romería».

Los malos augurios no tardaron en cumplirse. Pasadas las 13 horas, el mismo refugio avisó de que se había perdido la pista a dos personas . Todo apuntaba a una caída. El abulense José Manuel Díaz (45) y el salmantino Gonzalo Luis (41), ambos afincados en Madrid, se habían despeñado en la vía de escalada de La Araña, cara norte del Pico Almanzor, la más amable del «techo» de Gredos.

El cabo de la base de El Barco confirma que los sistemas de seguridad utilizados no funcionaron. Los anclajes y el punto de reunión colocados no resistieron la fuerza de caída libre -que genera una gran energía cinética- y el resbalón de un escalador arrastró a su compañero, aunque aún no se ha determinado si el fallo se debe a que los seguros estuvieran mal fijados o a que la nieve rompiera de forma imprevista. Tambien el calor pudo ser un factor decisivo. En estos momentos hay mucha nieve en Gredos y en los últimos días «se ha fundido», lo que complica la resistencia de los anclajes y hace necesarios otros recursos. En cualquier caso, la caída fue de 350 metros y el Greim no pudo hacer nada por salvarles la vida.

Apenas 24 horas después, volvía a saltar la alarma. Tres alpinistas experimentados se habían precipitado por una pendiente rocosa de 450 metros cuando estaban a punto de coronar los 2.592 metros del mismo pico, aunque esta vez la desgracia venía de la cara sur, la más complicada por su verticalidad extrema. Los madrileños Nuria González-Valcárcel (42), Juan Carlos de Vega (55) y Gerardo Javier Martín (45) ya conocían de cerca el reto, lo habían afrontado en otras ocasiones. Acumulaban experiencias de todo tipo -formaban parte del Club Peñalara-, pero la alta montaña es traicionera y les jugó una mala pasada. Aunque subían «en diagonal» y asegurados, la caída en una de las zonas más técnicas de la sierra les provocó la muerte inmediata.

El jefe del Equipo de Rescate de Arenas de San Pedro, Manuel González, también vincula este accidente al mal estado de la nieve , ya que «los crampones no se clavaban bien» en una capa excesivamente blanda después de la subida repentina de las temperaturas.

Pese al trágico balance en Gredos, los rescates a escaladores son relativamente pocos. «Los que acceden a ciertas rutas saben solventar un incidente porque están formados en autosocorro e incluso los propios compañeros son capaces de trasportar a algún herido hasta pie de vía», aclara Alejandro Vicario, que achaca la mayoría de sus intervenciones a cambios meteorológicos, torceduras y personas desorientadas.

«La gente desprecia la montaña y no sabe dónde se mete», critica el cabo del Greim, que pide a los «domingueros» que se tomen en serio los riesgos y les recomienda que se dejen asesorar por los guías oficiales. «No hace falta ir a grabar "Al filo de lo imposible" para contratar un experto y es la mejor forma de escalar seguro».