economía
Villanueva pide al Gobierno evitar «rigideces» para prorrogar Garoña
César Rico asegura que «una orden ministerial se puede revocar igual que se dicta»
F. iglesias/M. gonzález
La Junta de Castilla y León apura su esperanza hasta el último minuto para que la central nuclear de Santa María de Garoña no eche el cierre definitivo en las próximas horas. Así lo manifestó de nuevo ayer el consejero de ... Economía y Hacienda, Tomás Villanueva , a preguntas de los periodistas, pues en su opinión el complejo cuenta con el respaldo del Consejo de Seguridad Nuclear en cuanto a su viabilidad viabilidad técnica, ya que la razón del posible cierre se debe « estrictamente a razones económicas» , por lo que consideró que Garoña cuenta con vías para recuperar su actividad de generación de energía eléctrica, concretamente 466 megavatios.
Villanueva subrayó que «cabe la posibilidad de prorrogar la producción industrial y ojalá sea así y no equivoque, siempre y cuando las razones económicas para pedir el cierre esgrimidas por la empresa titular de la explotación se aliviaran y se redujeran, entendiendo que existe un proyecto de viabilidad en el futuro. Si hay seguridad como ya lo decretó el Consejo de Seguridad y el Gobierno flexibiliza hoy sus rigideces la actividad económica del entorno lo agradecería mucho», apuntó. En opinión del consejero de Economía y Empleo, «el Gobierno tiene mecanismos jurídicos y administrativos que pueden posibilitarlo».
En la misma línea del consejero se manifestó ayer el presidente de la Diputación y del PP de Burgos, César Rico , al considerar que el decreto de cierre de la central nuclear de Garoña el 6 de julio es «reversible» puesto que, según ha manifestado la empresa, técnicamente es posible volver a funcionar. Rico reconoció que jurídicamente pueden existir «problemas» para la continuidad pero, en su opinión, «una orden ministerial se puede revocar igual que se dicta» . Para el presidente de la institución provincial lo «irreversible no es una cuestión jurídica sino puramente técnica» por lo que, indicó, la clave del futuro de Garoña está en si las operaciones que están haciendo ahora en la central sirven para que «en un momento determinado el ministerio, a petición de la empresa, pueda conceder la autorización para seguir funcionando hasta el 2019 ó más allá». En su opinión, hasta que alguien diga que el cierre es definitivo «existe un margen de maniobra ».
La «última marcha»
Por su parte, Ecologistas en Acción ha convocado para el próximo domingo la que consideran la «última marcha contra Garoña» porque, según su portavoz, Luis Oviedo, el cierre de la instalación burgalesa es «irreversible» . Según indicó, en estos momentos, «lo único real» es el decreto de cierre de la central nuclear que marca, además, el proceso de desmantelamiento. Oviedo consideró además que Nuclenor no tiene ninguna intención de volver a activar Garoña ya que, en su opinión, los motivos económicos en los que basó su parada en diciembre de 2012 ocultan las deficiencias detectadas en su día por el Consejo de Seguridad Nuclear y que, para seguir funcionando, obligarían a unas inversiones que rondarían los 200 millones de euros.
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