Nuclenor asegura a los trabajadores que el cese de Garoña es «reversible»

El presidente del comité de empresa, Alberto César González , explicó ayer que Nuclenor les ha presentado el nuevo plan de trabajo que comenzará el próximo lunes de forma «provisional» y que puede durar «días, semanas o meses» hasta que se aclare el futuro de Garoña. En este tiempo, la actividad en la planta «no cambiará mucho» porque se encuentra ya parada y el combustible está en la piscina de almacenamiento.

En este sentido, González señaló que Nuclenor les ha garantizado todos los puestos de trabajo para continuar realizando, de momento, las mismas labores de mantenimiento de la seguridad de la central y conservación del combustible en la piscina con todos los sistemas a punto para una posible reversión del cese.

Según les comunicó la empresa, la primera clave sobre la continuidad de Garoña está en la documentación del cese de explotación que el Ministerio de Industria debe enviar el próximo 6 de julio y en donde habrá que estudiar detalladamente si se incluyen o no condicionantes. En todo caso, los representantes de Nuclenor les dejaron claro que el cese «no es irreversible» puesto que, como reconoció el propio responsable de esta cartera del Gobierno, José Manuel Soria , se produce por motivos económicos y no de seguridad , ya que la planta cuenta con el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear.

González valoró positivamente que Nuclenor deje en su planificación de trabajo una «puerta abierta» a la continuidad de Garoña más allá del próximo sábado y considera que responde a que el Gobierno y las eléctricas «siguen negociando» . En este sentido, en los últimos días el comité de empresa ha remitido sendas cartas a Mariano Rajoy y al presidente del consejo de administración de Nuclenor, José Ramón Torralbo, porque, en su opinión, «son quienes pueden alcanzar el acuerdo» necesario que garantice el futuro de la planta y el trabajo de las cerca de mil personas que dependen de ella.

«Cansados»

El presidente del comité de empresa afirmó que «la esperanza es lo último que se pierde» pero reconoció que, como reflejan en las citadas cartas, los trabajadores y sus familias están «cansados» de esta situación de incertidumbre y de «informaciones aparentemente contradictorias» en las que ambas partes afirman apostar por la continuidad de Garoña pero no terminan de darse los pasos necesarios para confirmar la prórroga.

En este sentido, González recordó que la empresa sigue a la espera de la respuesta del Gobierno sobre la petición de Nuclenor de un año sin actividad, tiempo en el que consideran que podrían aclararse los condicionantes económicos y los escenarios de futuro en los que debería seguir funcionando la central de Garoña.