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confieso que he pensado

La vanidad

Encauzar nuestra vanidad hacia terrenos más productivos, abandonar el alimento del folclorismo y la autoexaltación artificial, supondría la mayor de las revoluciones sociales y económicas del archipiélago

santiago díaz bravo

A Arquímedes le bastaba un punto de apoyo para mover el mundo, pero no es la palanca la que mueve el mundo, sino la vanidad. La vanidad no es exclusiva de los individuos; forma parte de las propias sociedades. A través de ella se ... idea, se crea, se avanza, se logran metas que quedan alejadas del resto del reino animal. Porque la vanidad no es otra cosa que lograr la estima de los demás, y a través de ella, la propia.

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