política
La ausencia de dos consejeros de CC impide tratar el cese de «Willy» García en la TV Canaria
Honorio García Bravo se excusa por email minutos antes del Consejo del ente público y Marcos Brito tampoco acude, tras haber anunciado que dimitiría
m. ramos
No pudo ser. Otra vez. El consejo de administración de la Radiotelevisión Canaria (RTVC) volvió a exhibir este miércoles el nivel de distorsión interna en que se encuentra inmerso desde hace años y que ni una cuestionada gestión de su director, Guillermo García —conocido como « ... Willy» García— retratada en el Informe de la Audiencia de Cuentas de Canarias , difundido en agosto en 2013, ha doblegado el firme respaldo que, por comisión u omisión, conceden los consejeros de Coalición Canaria (CC) al periodista.
El presidente del consejo de administración de RTVC, Miguel Guerra, llevó a la sesión convocada en tiempo y forma, a las cinco de la tarde, una propuesta de resolución de cese de García para remitirla al Gobierno de Canarias que ni se puso encima de la mesa porque la reunión directamente no se celebró por falta de quórum necesario. ¿El motivo del bloqueo? La ausencia de dos consejeros nacionalistas, dado que para celebrar la sesión hace falta la presencia de al menos cinco consejeros.
El lanzaroteño Honorio García Bravo disculpó su inasistencia alegando «motivos profesionales» nada menos que «cinco minutos antes de iniciarse la sesión» y a través del correo electrónico, y Marcos Brito, también de CC, "ni compareció ni justificó su ausencia", informó ayer el máximo responsable del ente público.
El alcalde del Puerto de la Cruz anunció a principios de mayo que presentaría formalmente su dimisión del consejo siguiendo los pasos de su compañero de filas, el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, que renunció al cargo.
Su renuncia coincidió con una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en la que se pone en entredicho la forma de adoptar los acuerdos (las mayorías necesarias) en el consejo de la RTVC y que incluso podría invalidar muchas de la decisiones tomadas, aunque el consejo lleve funcionando siete años en funciones debido al fallecimiento de uno de sus integrantes, Domingo González Chaparro.
«Gestión personalizada»
La propuesta de resolución es demoledora. Recuerda el informe de la Audiencia de Cuentas, que en sus conclusiones y recomendaciones señalan «la responsabilidad del director general» en la «gestión personalizada y centralizada en su figura» del ente, así como argumentos de gestión y de índole político que avalan, a su juicio, la salida de Guillermo García de RTVC.
Entre ellas, «actuaciones impropias» en razón a su cargo protagonizadas en el Parlamento que le valió la reprobación unánime de todos los grupos de la Cámara.
La iniciativa promovida por el consejo le acusa de «obviar las competencias» de dicho órgano colegiado, «vaciándolas de contenido e ignorando las aportaciones de los consejeros en su papel de fiscalización y control» sobre la programación , los planes de actuación o las cuentas anuales.
Como tampoco tuvieron control sobre el Plan de Cobertura Informativa de las pasadas elecciones europeas, que «no pudo ser analizado» por el consejo, incurriendo en otro «incumplimiento» recogido en la ley.
«En algunas ocasiones, ha representado a consejeros representantes de CC»A todo ello se añade la participación de García «con voz y voto en sesiones donde se debatían cuestiones de su gestión o que le afectaban personalmente», indica.
A mayor abundamiento, subraya el texto bloqueado, «en algunas ocasiones, ha representado a algunos de los consejeros representantes de Coalición Canaria, produciendo con ello situaciones y resultados en votaciones que han distorsionado el sentir y la expresión de la voluntad del consejo de administración».
En suma, la propuesta concluye que «el director general no cumple con los dos grandes objetivos que dan sentido a la creación de la Radio y la Televisión Públicas de Canarias».
En consecuencia, «el director general del Ente RTVC ha perdido la confianza y el crédito de la mayoría de los consejeros del consejo de administración». Su permanencia hasta terminar la legislatura «no sólo no contribuye al normal funcionamiento de este órgano colegiado del Parlamento, sino, por el contrario, agudiza la crisis y el bloqueo institucional del mismo», zanja.
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