El exalcalde de Valle Gran Rey Ruymán García tiene que entrar ya en la cárcel

Fue en diciembre de 2012 cuando la Audiencia Provincial condenó al exalcalde (también a 15 años de inhabilitación para el desempeño de cargos públicos) por los susodichos delitos. El tribunal acreditó probado que García había prevaricado y malversado en la elección de su hermana, a dedo, para trabajar como monitora de ludoteca a cargo del erario municipal. Los hechos ocurrieron allá en 2008, cuando el penado era primer teniente de alcalde de Valle Gran Rey bajo las siglas de Coalición Canaria (CC). Desde que fuese condenado en 2012, la defensa de García viene intentando evitar la entrada en prisión. La estrategia solo ha servido, sin embargo, para demorar el ingreso.

El Supremo no solo ratificaría la sentencia de la Audiencia Provincial, sino que también inadmitiría después (el último marzo) el subsecuente incidente de nulidad de actuaciones. Tras ese último pronunciamiento del Alto Tribunal, apenas días después, la Audiencia dictó un primer auto en el que ya entonces (18 de marzo) exhortaba al político a entrar en la cárcel , «habida cuenta de la gravedad de los hechos y extensión de la pena impuesta». García y su defensa, la cual lleva el ex fiscal general del Estado Eligio Hernández, decidieron, sin embargo, elevar un nuevo recurso, este de súplica, recurso que tampoco ha tenido éxito.

El nuevo auto del tribunal de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, fechado este lunes (9 de junio) y al que ha tenido acceso ABC, desestima también el recurso de súplica y, por tanto, confirma íntegramente lo ya expuesto. En definitiva, la Audiencia vuelve a instar al exalcalde gomero a que ingrese en prisión en el plazo de diez días. Además, los magistrados recuerdan que no cabe la posibilidad de interponer más recursos.

Con respecto al recurso de amparo en el Tribunal Constitucional (TC) y la solicitud de indulto (parcial) al Ministerio de Justicia, la Audiencia Provincial expone que ni lo uno ni lo otro justificarían, cuando menos de momento, que se paralizase la entrada en la cárcel.