Coalición Canaria, contra Binter y su «monopolio» en el mercado interinsular

Quintero hablaba en su iniciativa -que fue finalmente desestimada en la Comisión de Transporte- de unos aumentos de precio «de hasta el 12,7 por ciento» en los últimos dos años, «tras el precipitado cierre de Islas Airways». Sucede que esta aerolínea no pudo superar los expedientes abiertos en su contra -a instancias de Binter- en los que se la acusaba de manipular los datos de vuelos de residentes para beneficiarse de mayores montos de subvenciones al transporte.

Islas había crecido al calor de las excelentes relaciones entre Miguel Concepción y Paulino Rivero, que hizo todo lo posible por apoyar al empresario palmero desde que este se hiciera con el control de la compañía, antes en manos de capitales venezolanos. Así, desde el Gobierno de Canarias se suscribieron en su día varios convenios de colaboración con Islas Airways, tanto desde el área de Turismo como de Empleo o de Sanidad, en los que de alguna u otra manera se desviaban pasajeros de la línea tradicionalmente líder en el archipiélago a su competidora o se incorporaba a la empresa de Concepción como parte de campañas de promoción del destino Islas Canarias.

Desde los cabildos controlados por CC ocurría otro tanto, con sucesivos convenios como el de La Palma, que inyectaba dinero vía acciones promocionales en las cuentas de la compañía del empresario afín a Rivero, que llegó a quedarse con la mitad del mercado de vuelos entre la isla bonita y Tenerife, su primer destino.

Un convenio parecido, pero con el Cabildo de El Hierro, fue recurrido ante la Justicia por Binter, que logró una sentencia favorable en junio de este año, cuando ya había dejado de operar Islas. El convenio de colaboración estaba valorado en 215.000 euros y tenía como objetivo «mejorar e incrementar la promoción del turismo y difundir en el ámbito regional el conocimiento de la isla para promocionar de forma conjunta este destino turístico», pero la Justicia lo tumbó, al no cumplir la Ley de Contratos del Sector Público. No tenía memoria de actividades ni previsión de ingresos y gastos, por lo que no se podía valorar «el cumplimiento de la actividad ni su coste», determinó el juez.

Desde el Cabildo de Tenerife, amén de suscribir acuerdos con Islas, como por ejemplo el que se hizo a través de la empresa pública de transporte Titsa, se mira también con recelo a Binter.

Especialmente porque cuestionan su política de cara a África, que desarrolla mayormente desde el aeropuerto de Gran Canaria. No han faltado incluso duelos a través de la red social Twitter entre el propio presidente insular, Carlos Alonso , y responsables de Binter, en los que les achacaba un supuesto maltrato a la isla.

No debe eludirse una lectura en este sentido cuando se ven los acuerdos alcanzados por la primera institución tinerfeña con Royal Air Maroc para que vuele desde Los Rodeos hacia Casablanca, o la futura conexión con Dakar. El Cabildo ha reforzado esta relación con una inversión para promocionar el destino Tenerife en tierras alauitas.