Los riesgos de consumir agua contaminada con lindano

La contaminación por lindano de las aguas del río Gállego tienen su origen en los indiscriminados vertidos que, durante dos décadas, realizó una fábrica química instalada en Sabiñánigo. Los riesgos para la salud de esta sustancia están científicamente documentados.

Es un pesticida organoclorado, prohibido desde hace años en la Unión Europea por su toxicidad y su peligrosidad tanto para el medio ambiente como para la salud humana.

Además de ser altamente contaminante, en los humanos también tiene riesgos para la salud. Al margen de los evidentes peligros en caso de altas concentraciones, si entra en el organismo a pequeñas dosis, pero de forma prolongada, también puede acabar desencadenando problemas hepáticos, renales, hormonales, ginecológicos, sanguíneos (anemia) y afecciones en el sistema nervioso.

Entre 1975 y 1989, la fábrica de Inquinosa en Sabiñánigo –que cerró en 1994– produjo miles de toneladas de lindano. Durante todo ese tiempo se fue deshaciendo de sus residuos químicos echándolos ilegalmente en vertederos de la zona. Harán falta más de cien millones de euros y décadas de trabajo para descontaminar por completo esos suelos. Mientras tanto, bajo el terreno quedaron grandes cantidades de residuos tóxicos que suponen un riesgo latente de contaminación de aguas por su presencia subterránea, pero también por el riesgo de que se produzcan fugas durante las delicadas tareas de extracción y traslado de estas sustancias.