PALEONTOLOGÍA
Una mina de dinosaurios
En la localidad turolense de Ariño, las minas de carbón dejan paso a los descubrimientos científicos, que se están convirtiendo en un motor de desarrollo para la zona
Y. AZNAR
Ariño es una de las localidades turolenses con más tradición minera de la provincia. Sus minas de carbón han sido durante décadas la principal fuente de ingresos para la zona. Casi la mitad de su población –en torno a 400 personas– viven de la minería. ... Sin embargo, con el sector de capa caída y su futuro en el aire, el pueblo trata de buscar alternativas. Y la paleontología se presenta como motor de desarrollo.
Y es que es precisamente en algunas de estas minas, donde se han producido los hallazgos paleontológicos más importantes de los últimos años en la provincia de Teruel. Tanto que este municipio se ha convertido en todo un referente nacional e internacional en el mundo por su riqueza paleontológica. A esto han contribuido descubrimientos tan relevantes como el dinosaurio acorazado más completo de Europa.
Paleontólogos de la Fundación Dinópolis y del Museo de Historia Natural de Utah (EE.UU.) han descubierto en la mina Santa María dos esqueletos parciales de este nuevo dinosaurio acorazado, que vivió hace 110 millones de años. Se trata de un anquilosauro nodosáurido.
Tenía su cuerpo cubierto de placas, medía en torno a cinco metros de largo, un metro de alto y un metro de ancho y su peso rondaba las dos toneladas. Un auténtico «tanque» al que han bautizado Europelta Carbonensis, en honor a la mina de carbón donde fue encontrado. Andaba a cuatro patas y comían plantas. Sus dientes tenían forma de hoja y sus costillas, ampliamente arqueadas, proporcionaban una gran amplitud.
Vivía en un ambiente costero subtropical pantanoso cercano al litoral del antiguo Mar de Tethys –el mar precursor del actual Mar Mediterráneo–. A partir de la concentración de materia orgánica en este ambiente pantanoso se generaron los lignitos que hoy día se explotan industrialmente en las minas de la zona.
Joyas en el subsuelo
En Ariño se encuentra uno de los yacimientos paleontológicos con restos de dinosaurios más espectaculares de Europa, con más de 25 hectáreas de extensión prospectada.
El dinosaurio nodosáurido se suma a la presencia del iguanodontio que el mismo equipo definió a finales de 2012 y de dinosaurios terópodos, que eran carnívoros. También se ha recuperado en el yacimiento de Ariño abundante material de cocodrilos que permitió determinar las nuevas especies Hulkepholis plotos y Anteophthalmosuchus escuchae.
Además, se han encontrado fósiles de tortugas, peces –tanto óseos como cartilaginosos– y diversos tipos de plantas y de invertebrados, como ámbar, polen, oogonios de carófitas, ostrácodos, bivalvos o gasterópodos.
Mientras, los coprolitos –excrementos fósiles– de dinosaurios también son muy numerosos en ciertas áreas del yacimiento de Ariño y contienen en su interior evidencias de la dieta de los animales que los produjeron.
La Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis lidera un proyecto de cooperación entre actividad minera e investigación paleontológica aplicada que ha dado como resultado el descubrimiento en la localidad de Ariño de un espectacular yacimiento con más de cien concentraciones de vertebrados mesozoicos en una superficie que supera las 25 hectáreas y que han proporcionado más de 6.000 huesos fósiles. Los trabajos paleontológicos se llevan a cabo en la mina de lignito a cielo abierto Santa María desde el año 2010.
Esta riqueza paleontológica ha llevado al Gobierno de Aragón a plantear la necesidad de que Ariño se convierta en subsede de Dinópolis. De esta forma, todos los hallazgos que se hacen en la localidad podrían exponerse en este recinto, que serviría para dinamizar la economía y el turismo.
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